Un Aroma Dulce y Mortífero

8 3 0
                                    

En el corazón de un pequeño pueblo alemán, entre las montañas de la Selva Negra, se erguía una panadería que había pasado de generación en generación. Los Bäcker, una familia tan antigua como el pueblo mismo, regentaban el lugar. La fachada de la panadería, con sus ventanas decoradas por cortinas de encaje, siempre estaba impecable. Sin embargo, había algo extraño en ella. El olor a pan recién horneado, tan embriagador y familiar, tenía una nota metálica, casi imperceptible, que solo algunos percibían. Pocos lo notaban, y quienes lo hacían, rápidamente lo atribuían a las chimeneas cercanas o al clima frío de la región.

El Pan de la Muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora