Capítulo I

11 4 0
                                    

Harry ya iba por su segunda copa cuando por fin divisó a Ron entrando en aquella fiesta.

Caminó hacia él con paso decidido y le palmeó la espalda.

—¡Por fin! —Exclamó— ¡Por un momento pensé que al final no vendrías y tendría que beberme yo solo todo el whisky de fuego de la fiesta!

—No te haría daño dejar una copa o dos para los demás —Bromeó Ron devolviéndole el saludo.

—¡Weasley! —Seamus los había visto y no había dudado en acercarse a ellos y pasarles un brazo por los hombros a cada uno en su actitud de camaradería habitual.— ¡Me alegra que hayas podido venir! ¿Dónde está ese novio tuyo del que tanto he oído hablar y que aún no conozco?

—Hola a ti también Seamus. ¿Dónde está Dean?

—Anda por ahí, gritándole a algún camarero o algo así, pero eso no me interesa —Hizo un gesto desdeñoso con la mano— ¿Y tu novio? Nos lo has pintado tan bien que mis expectativas están por las nubes.

—Vendrá más tarde, aún sigue en el hospital.

—Vaya, ¿Le ha pasado algo? —Seamus hizo la pregunta con tal cara de preocupación que Ron no pudo evitar echarse a reír.

—No le ha pasado nada, Seamus. Trabaja allí, es sanador. —Aclaró.

—Oh! Eso es estupendo ¡Podrá pasarnos recetas! —Bromeó el irlandés dando un ligero codazo a Ron, que se limitó a poner los ojos en blanco— ¿Cuánto tiempo lleváis juntos?

—Casi tres meses. —Respondió el pelirrojo dejando escapar cierto atisbo de orgullo en su tono de voz.

—¡Wow! ¡Has batido tu propio récord! Ese tipo debe ser realmente increíble si te ha durado tanto.

—Cállate. —Espetó Ron con repentino mal humor.

Era notorio que Ron trataba de ponerse serio ante la burla del irlandés, pero su gesto de enfado era arruinado por la gran sonrisa que no podía esconder. Sabía que no tenía el mejor historial amoroso posible a sus espaldas, sus relaciones en el ámbito romántico básicamente se reducían a un montón de fracasos. Simplemente era algo que no se le daba bien. Pero esta vez era diferente, este chico verdaderamente le gustaba y pensaba que tal vez, por fin había encontrado a alguien con quien sentar la cabeza y darle una alegría a su madre.

—La verdad es que es un tío genial, es agradable, —Continuó hablando— Se puede hablar con él de cualquier cosa, le gusta el quidditch, se interesa por mi trabajo, es inteligente, encantador y está...

—¿Justo detrás de ti?

La voz desconocida los sobresaltó a todos, pero Ron, visiblemente emocionado, se giró inmediatamente con una enorme sonrisa dibujada en la cara.

—¡Tim! —Exclamó el pelirrojo— ¡Creía que no podías venir hasta más tarde!

—He salido antes de lo esperado. ¿No me presentas a tus amigos?

— Sí, sí, claro. Chicos, este es Tim. Tim, estos son Harry y Seamus. Falta Dean, pero creo que está demasiado ocupado amenazando a todo el personal para asegurarse de que la fiesta es perfecta. —Bromeó Ron.

Soltero en Navidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora