Cap 15

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Jennie Pov.

Lisa cuida de mi también en la ducha, me lava y su contacto me reconforta. Es especialmente cuidadosa con la zona sensible de los muslos y los glúteos y se asegura de no incomodarme. Para mi consuelo,
creo que no tengo heridas. Tengo el culo un poco colorado y estoy segura
de que me saldrán moratones, pero no hay señal de sangre.

Cuando estoy limpia y seca, me lleva de vuelta a la cama. Permanecemos en silencio. No acabo de salir de ese peculiar estado en que me encontraba hace un momento. Es como si mi mente estuviera en parte desconectada del cuerpo. Lo único que me mantiene entera es Lisa y su tacto extrañamente cariñoso.

Nos tumbamos, Lisa apaga las luces y nos envuelve la oscuridad. Me tumbo boca abajo porque cualquier otra posición me resulta demasiado dolorosa. Me acerca a ella de forma que apoyo la cabeza en su pecho y le
rodeo el tórax con el brazo; cierro los ojos con el único deseo de quedarme dormida.

—Mi padre fue uno de los traficantes de droga más poderosos de Colombia. —Apenas puedo oír la voz de Lisa, su respiración me eriza el pelo de la frente. Me estaba quedando dormida, pero me despierto de golpe con el corazón latiendo a mil por hora.

—Me empezó a preparar para sucederlo cuando tenía cuatro años.
Con seis ya llevé un arma por primera vez. —Lisa hace una pausa mientras me acaricia el pelo con suavidad—. Con ocho años maté por primera vez a un hombre.

Estoy tan horrorizada que me quedo tumbada, paralizada por la conmoción.

—Mina era la hija de uno de los hombres de la organización de mi
padre. —Continúa Lisa en voz baja y sin ningún atisbo de emoción. —
La conocí cuando tenía trece años y ella tenía doce. Era todo lo que yo
no era: guapa, dulce... inocente. A diferencia de lo que hizo mi padre, los suyos la mantuvieron al margen de las vidas que llevaban. Querían
que creciera como una niña normal y sin conocer nada de lo horrible de ese mundo.

—Era inteligente, como tú. Y curiosa, muy muy curiosa. —Su voz parece irse apagando durante un momento, como si estuviera perdida en sus recuerdos. Entonces, parece volver en sí y retoma la historia—. Un día siguió a su padre escondida en la parte trasera del coche para averiguar a qué se dedicaba. La encontré allí porque mi trabajo era vigilar para proteger nuestro lugar de encuentro.

Casi no puedo respirar, me resulta increíble que Lisa me esté contando todo esto. ¿Por qué ahora? ¿Por qué esta noche?

—Se lo podría haber dicho a su padre, lo que le habría causado problemas, pero me suplicó de una forma tan bonita, me miró con tanta dulzura con sus rasgados ojos marrones que no pude hacerlo. Pedí a uno de los escoltas de mi padre que la llevara a casa.

»Tras este episodio, vino a verme a propósito. Me dijo que quería conocerme mejor, que fuéramos amigas. —La voz de Lisa tiene un punto de incredulidad al recordar, como si a nadie en su sano juicio se le
hubiera podido ocurrir algo semejante.

Trago saliva, es absurdo, pero tengo el corazón partido por la chica que una vez fue. ¿Tuvo amigos alguna vez? ¿O también le robó esa oportunidad su padre, como lo hizo con su infancia?

—Intenté decirle que no era una buena idea, que no debería juntarse con gente así, pero no me escuchó. Me buscaba casi todas las semanas, hasta que no me quedó otra y empecé a quedar con ella. Íbamos a pescar juntas y me enseñó a dibujar. —Se detiene un momento, mientras me sigue acariciándome el pelo—. Dibujaba muy bien.

—¿Qué le ocurrió? —pregunto cuando deja de hablar. Mi voz es extrañamente ronca. Me aclaro la garganta y lo intento de nuevo— ¿Qué
le pasó a Mina?

—Uno de los enemigos de mi padre descubrió que nos veíamos.

Acabábamos de robar en su almacén y estaba cabreado, así que decidió darle una lección a mi padre, utilizándome a mí.

Amor Posesivo || JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora