unholy goddess

Bastian

HELLOOOO, volví luego de un mes!

Estaba con semanas de examenes en la Universidad y pues prioridades pero ya regrese con toda la mejor! Perdónnnnn y espero que les guste este nuevo cap :) <3

Bahareque: viviendas hechas de barro (sistema de construcción de viviendas a partir de palos o cañas entretejidos y con recubrimiento de barro).

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"You are at my feet, we're by the fire
You're a healthy, gentle, purring beast, and I'm alive
You are at my feet, we're by the fire (Like an outside force had sent me?)
You're a healthy, gentle, purring beast, and I'm alive (If you were easy to kill, I would have done it already)" – hunter, paris paloma.

Aysa lo tomó de la mano con fuerza al escuchar esas crudas palabras anónimas haciendo que Bastian se apresurara a tapar su boca con su palma para que no emitiera sonido alguno y así evitar ser descubiertos. No funcionó en absoluto, la niña comenzó a temblar y llorar y él tuvo que ponerse de cuclillas para sostenerle el rostro entre manos y obligarla a mirarlo a los ojos.

-Shh...Shh...-Susurró lo más bajo posible, acariciando su cabello suavemente. -Tranquila, no pasa nada. –Aysa lo tomó aún con más fuerza de la mano hasta que el Príncipe volvió a hablar. Bastian comenzó a sentir un gusto amargo en la boca del estómago, alertando a todos sus sentidos que debería irse de allí, alejarse de esa costa lo más pronto posible.

-Señora, necesito que me explique exactamente lo que sucedió. –Continuó el alariense en un tono que Bastian no terminaba de descifrar.

La mujer bufó. -No hay nada que explicar, usted y todos esos guardias pueden olvidarse de ella, si no es más que una mujer más, ¡un simple nombre al que agregar a la lista! pero nosotros no olvidamos, su Alteza. -Bastian llegó a escuchar el sonido de un escupitajo e imaginó la escena que se estaría desenvolviendo del otro lado de la pared. -¡Cretinos!, todos y cada uno de ustedes. – Escuchó pasos apurados y más gritos. -¡¡LÁRGUESE DE UNA BUENA VEZ!!-

El ilardiano observó a su alrededor nuevamente y encontró una ventana cerca de ellos. La abrió con cuidado de no hacer más ruido y le indicó a Aysa que se subiera y saliera la exterior, él la siguió enseguida, rodeando la choza para llegar a la entrada, hacerle una seña rápida a un Ezra muy consternado y dirigirse nuevamente hacia el punto en donde habían dejado a la otra alariense con los animales, tomando siempre con fuerza la mano de la pequeña.

La mujer, Mila, se alarmó al verlos correr y se enderezó al igual que Oru, que se puso de pie enseguida y corrió a su lado, el pegaso abrió las alas al mismo tiempo que el Príncipe llegaba a ellos y la mujer comenzaba a preguntar sobre qué había sucedido.

El Solerian puso ambas manos sobre sus rodillas, tosió y comenzó a articular palabras incoherentes, pero Bastian no le permitió terminar y dejó que su ira finalmente explotara. -¿¡Qué demonios!? ¡Capturan personas, las asesinan y no eres capaz de recordar sus nombres!-

El alariense lucía más que abochornado, subiendo ambas palamas a su pecho al mismo tiempo que negaba con la cabeza. -No... no sabía nada, yo-

-Oh pero vete al demonio. -Tomó a Aysa de las axilas y la subió al lomo de Oru. -¿Sabes algo? Me da igual tu trato, tu misión y todo lo demás. ¡Me da igual! No son más que unos mercenarios, tú y toda tu repugnante familia. ¡Me dan asco! – Aysa lloraba aferrada al lomo del lobo y Bastian se percató de todo lo que debería estar sintiendo en esos momentos. Rosmerta había sido cercana a ella, amiga de las hermanas y ahora muerta. Recordó fugazmente al hombre en la playa y su hija Mirtha, no podía quitarse ese nombre de la cabeza al mismo tiempo que sentía el odio hacia la Corona de ese lugar crecer con más fuerza. ¿Acaso todos los reyes y reinas eran unos completos idiotas? Egoístas, malvados, cretinos. Oh, Bastian odiaba la idea de la monarquía con todo su ser y si pudiera derribarla él mismo, lo haría con gusto. -Nos vamos, consíguete otra persona para torturar. -