Two of us (Starrison)

8

George estaba en su estudio, rodeado de partituras y notas, tratando de concentrarse en su música. Sin embargo, su mente divagaba, siempre regresando a la conversación que había tenido con Ringo la noche anterior. Se sentía en paz, pero también un poco inquieto.

Ringo estaba en la cocina, preparándose un bocadillo, cuando su teléfono sonó. Era un mensaje en el grupo de WhatsApp. George giró la cabeza hacia la cocina al escuchar el tono y se preguntó quién podía ser. Ringo apareció en el marco de la puerta, con una sonrisa iluminando su rostro.

—Paul acaba de enviar algo —dijo Ringo, agitando el teléfono en el aire—. Parece que tuvo una cita con Linda.

George dejó caer su lápiz y se acercó a ver la pantalla. En el mensaje, Paul había compartido una foto de él y Linda, sonriendo bajo la luz del café, con el mensaje: “Salí con Linda por primera vez. ¡Es increíble!”

—Vaya, eso es genial —dijo George, sintiéndose feliz por su amigo—. Paul realmente parece emocionado.

Ringo sonrió mientras empezaba a escribir en el grupo: "¡Felicidades, Paul! ¡Eso es lo que me gusta escuchar!"

A medida que los mensajes comenzaron a llegar, una serie de felicitaciones se desbordaron en el grupo. John escribió: "¡Vamos, Paul! ¡Ya era hora! Ahora deberíamos hacer una cita triple: yo y Yoko, tú y Linda, y Ringo y George, ¡como los novios que son!"

George sintió que el calor se apoderaba de sus mejillas mientras reía. Ringo lo miró con una sonrisa traviesa.

—Mira, ya nos han puesto etiquetas —dijo Ringo, fingiendo una expresión de sorpresa—. Nos han nombrado los 'noviecitos'.

—Eso no es verdad —replicó George, aunque la sonrisa en su rostro era inconfundible. Podía sentir la cercanía que tenían, pero también el ligero nerviosismo que traía el nuevo giro en su amistad—. Solo somos amigos.

—Claro, amigos. Pero, ¿quién dice que no podemos ser amigos con ventajas? —bromeó Ringo, levantando una ceja—.

George se echó a reír, sintiéndose ligero. Las bromas de sus amigos siempre lograban romper la tensión en el aire, aunque había algo en las palabras de Ringo que lo hizo reflexionar.

—¿Y si los otros piensan que realmente somos novios? —preguntó George, intentando mantener el tono de broma, pero sintiendo que había algo más detrás de la pregunta.

Ringo se encogió de hombros, con un brillo en los ojos.

—¿Y qué? Si eso significa que pueden dejar de pedirnos que salgamos con ellos, entonces estoy totalmente de acuerdo.

Mientras reían y continuaban con la conversación, George sintió que la distancia entre ellos se estaba desvaneciendo. Ringo era su amigo más cercano, y en esos momentos compartidos, en las risas y la complicidad, había algo que trascendía la simple amistad.

El grupo siguió bromeando sobre las "citas triples", y George no pudo evitar preguntarse cómo se sentiría si realmente estuvieran juntos. Sin embargo, rápidamente apartó esos pensamientos, recordando que, por ahora, lo más importante era que su amistad siguiera creciendo, sin importar las etiquetas que sus amigos les pusieran.

—Oye, ¿quieres ver una película después de cenar? —sugirió Ringo, mientras se acercaba a la cocina.

—Claro, ¿qué tienes en mente? —respondió George, sintiéndose agradecido por el tiempo juntos.

—Tal vez algo clásico. Algo que nos haga reír. —Ringo sonrió—. Después de todo, es mejor reír que pensar en las "citas triples".

Mientras Ringo regresaba a la cocina, George se sentó en el sofá, sintiendo que, a pesar de la confusión de sus emociones, todo estaba bien. La vida era divertida, y tener a Ringo a su lado lo hacía aún mejor. Sin saberlo, ambos estaban en el umbral de algo nuevo, una amistad que podría transformarse en algo más, pero por ahora, estaban felices con lo que tenían.