Capitulo 3

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Los días que siguieron a la tensa conversación entre Jimin y Jungkook fueron un torbellino de emociones.

 Aunque Jungkook había negado cualquier tipo de traición, la relación entre ellos parecía cambiar lentamente. 

A simple vista todo seguía igual: las sonrisas, los besos, las caricias en público, pero en privado, algo estaba roto. Jimin no podía dejar de pensar en las palabras de Lisa, en cómo la duda había comenzado a sembrar sus raíces.

Y lo que lo complicaba aún más era la creciente presencia de Kai en su vida. 

No podía negar que Kai siempre había estado allí para él, y en momentos como este, cuando más lo necesitaba, parecía que Kai estaba dispuesto a ofrecerle su apoyo incondicional. Sin embargo, ¿qué significaba realmente esa cercanía?

Era una tarde lluviosa cuando Jimin decidió salir a despejar su mente. Jungkook había estado ocupado con reuniones de su agencia, y el departamento, que solía sentirse acogedor, ahora parecía demasiado grande y solitario.Sin pensarlo mucho, Jimin tomó su abrigo y salió bajo la lluvia. 

Caminó sin rumbo fijo, dejando que las gotas empaparan su ropa mientras su mente se perdía en el caos de sus pensamientos. 

No podía seguir así, con esa sensación de desconfianza minando lo que una vez había sido un amor tan fuerte y seguro.Justo cuando cruzaba una esquina, una voz familiar lo llamó desde la distancia.

—¡Jimin!

Giró sobre sus talones y vio a Hwasa acercándose con una gran sombrilla. Llevaba una expresión relajada y una sonrisa juguetona en sus labios. 

Jimin sintió cómo su estómago se revolvía al verla Hwasa. La persona que estaba en el centro de los rumores que lo estaban consumiendo.

—Vaya, qué sorpresa encontrarte bajo esta lluvia —dijo Hwasa, cubriéndolo con la sombrilla mientras lo miraba con esos ojos oscuros y llenos de confianza.

Jimin tragó saliva, incómodo. Siempre había sentido admiración por Hwasa; su presencia magnética era innegable. 

Sin embargo, la mención de su nombre en los rumores había hecho que verla ahora lo llenara de una sensación completamente diferente.

—Hola, Hwasa—respondió Jimin con una sonrisa forzada—. ¿Qué haces por aquí?

—Estaba tomando un café cerca, y me pareció que un paseo bajo la lluvia sería refrescante—contestó ella, sin percibir la tensión en el aire—. Pero parece que a ti también te gustan estos paseos solitarios, ¿verdad?.

Jimin se quedó en silencio por un momento, y antes de que pudiera detenerse, las palabras salieron de su boca sin que él lo hubiera planeado.

—Escucha, Hwasa... ¿has estado pasando mucho tiempo con Jungkook últimamente?—preguntó finalmente, sus palabras llenas de una inseguridad que lo hacía sentirse expuesto.

Hwasa levantó una ceja, claramente sorprendida por la pregunta directa. Su sonrisa se desvaneció ligeramente mientras evaluaba la expresión de Jimin.

—¿Eso es lo que te preocupa? —preguntó ella, con una pizca de diversión en su voz—Jimin, somos colegas, jungkook y yo hemos tenido algunas reuniones de trabajo, nada más, si los rumores te están molestando, te aseguro que son solo eso: rumores, no hay nada más entre nosotros.

Jimin asintió lentamente, sintiéndose un poco tonto por haber preguntado, pero las dudas seguían presentes. ¿Y si Hwasa estaba ocultando algo? ¿Y si había algo más que Jungkook no le estaba contando?

—Lo siento —murmuró Jimin, sintiéndose estúpido por dejar que las inseguridades lo controlaran.

Hwasa le dio una palmadita en el hombro, sonriendo nuevamente, aunque sus ojos brillaban con una chispa que Jimin no supo descifrar del todo.

ᵀʰᵉ ᴮᵉᵗʳᵃʸᵃˡ ᵒᶠ ᵗʰᵉ ᴴᵉᵃʳᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora