Capitulo 4

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La notificación en el teléfono de Jimin brillaba como una señal de alerta. El mensaje de Kai era inquietante, cargado de misterio y con una urgencia que no podía ignorar. 

"Quiero verte. Tenemos que hablar. Hay algo que necesitas saber sobre Jungkook."

Jimin se quedó mirando la pantalla durante varios minutos, con las manos temblorosas. Desde hacía días, la desconfianza había estado carcomiéndolo, y ahora Kai parecía tener información que podía cambiarlo todo. 

Pero, ¿debía ir? ¿Debería abrir una puerta que, una vez abierta, no podría cerrar?

La lluvia caía con fuerza cuando Jimin decidió salir de su departamento. No podía esperar más. El nudo en su estómago se hacía más grande con cada segundo que pasaba, y necesitaba respuestas. 

Si Kai sabía algo, tenía que escucharlo, aunque temiera lo que pudiera descubrir.

Se dirigió al café donde habían quedado en encontrarse. Era un lugar discreto, uno de esos rincones tranquilos que solían frecuentar cuando solo eran amigos. 

Al llegar, vio a Kai ya sentado en una mesa, con una expresión seria y preocupada que nunca había visto en él. 

El corazón de Jimin latía con fuerza mientras se acercaba, preguntándose qué tan devastadora sería la conversación que estaba a punto de tener.

Kai levantó la mirada cuando Jimin se sentó frente a él. El silencio inicial era tenso, casi sofocante.

—Gracias por venir tan rápido —dijo Kai, tomando un sorbo de su café, aunque su mano temblaba ligeramente. Jimin notó que Kai no era el mismo de siempre. Había algo oscuro en su mirada, algo que ocultaba.

¿Qué es lo que tienes que decirme, Kai? —preguntó Jimin, su voz apenas un susurro—. Dijiste que había algo que debía saber sobre Jungkook.

Kai hizo una pausa, como si estuviera buscando las palabras adecuadas. Respiró hondo antes de hablar.

No quería ser yo quien te dijera esto, Jimin —comenzó Kai—, pero... hay algo que está ocurriendo entre Jungkook y Hwasa, lo he visto con mis propios ojos, no son solo rumores esta vez.

Jimin sintió que el mundo a su alrededor comenzaba a tambalearse. Las palabras de Kai cayeron sobre él como una tormenta, arrojando todo a la oscuridad.

—¿Cómo que los has visto? —preguntó Jimin, su voz temblando—. ¿Estás seguro de lo que estás diciendo?

—Sí, lo he visto —repitió Kai, bajando la mirada—. No quise decírtelo antes porque pensé que podría ser solo una coincidencia, pero los he visto juntos más de una vez, en situaciones que... no parecen ser solo de trabajo.

Jimin se quedó en silencio, tratando de procesar lo que Kai estaba diciendo. Su mente se negaba a aceptar la idea de que Jungkook podría estar traicionándolo. Pero si lo que Kai decía era cierto, entonces todo su mundo estaba a punto de desmoronarse.

—¿Por qué no me dijiste esto antes? —preguntó Jimin, sintiendo la ira empezar a hervir en su interior—. ¿Cuánto tiempo llevas sabiendo esto, Kai?

—No quería herirte —respondió Kai rápidamente, con las manos temblorosas—. Pensé que quizá me estaba equivocando, pero después de lo que vi hace un par de días... no podía callarme más. Te mereces saber la verdad.

Jimin se pasó las manos por el cabello, sintiendo cómo la frustración y la desesperación crecían dentro de él. Pero algo no cuadraba. Kai siempre había sido su amigo más cercano, pero ¿por qué ahora? ¿Por qué le decía esto justo en este momento?

ᵀʰᵉ ᴮᵉᵗʳᵃʸᵃˡ ᵒᶠ ᵗʰᵉ ᴴᵉᵃʳᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora