Capitulo 9

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El amanecer trajo consigo una brisa fresca que acariciaba las calles de Seúl. Jimin se despertó con una mezcla de emociones: alivio, incertidumbre y una pizca de esperanza. 

La conversación en el café había dejado huella, pero el vínculo que compartía con Jungkook lo mantenía en pie. Sin embargo, en el fondo de su mente, la sombra de Kai seguía acechando, y sabía que la confrontación con él no había terminado.

Después de una rápida ducha, Jimin se sentó en la cocina mientras preparaba su desayuno. Los recuerdos de la noche anterior danzaban en su mente. Aunque había tomado una decisión, el camino hacia la verdad no sería sencillo. La relación con Jungkook debía ser reforzada, y eso requería más que solo palabras.

Mientras desayunaba, su teléfono vibró sobre la mesa. Era un mensaje de Jungkook.

—¿Quieres pasar por mi departamento hoy? Quiero mostrarte algo importante.

Una chispa de curiosidad iluminó el rostro de Jimin. La última conversación había sido intensa, y ahora, la idea de reunirse con Jungkook le daba una sensación de calma.

—Sí, claro. Estaré allí en un rato —respondió, sintiendo cómo la ansiedad comenzaba a disiparse.

Una vez listo, Jimin salió de su apartamento y se dirigió hacia el departamento de Jungkook. La luz del sol brillaba intensamente, iluminando su camino. Mientras caminaba, sus pensamientos vagaban entre las dudas y la certeza. 

Quería creer en Jungkook, pero las palabras de Kai seguían resonando en su mente. ¿Era posible que todo lo que había construido con Jungkook se desmoronara en un instante?

Al llegar, Jimin tocó la puerta, y pronto Jungkook apareció con una sonrisa que iluminó su día.

—¡Hola! —dijo Jungkook, abriendo la puerta de par en par. —Gracias por venir.

—Siempre —respondió Jimin, sintiendo que la tensión se aliviaba al estar cerca de él.

Jungkook lo condujo a la sala, donde había una atmósfera acogedora. Una luz suave iluminaba el lugar, y la música de fondo creaba un ambiente relajante.

—Quiero que veas algo —dijo Jungkook, dirigiéndose a su computadora portátil. Mientras se sentaba, Jimin no pudo evitar notar la forma en que la luz reflejaba sus rasgos, dándole un aire casi etéreo.

Jungkook comenzó a abrir una serie de archivos y documentos.

—He estado recopilando información sobre Kai. Necesito que entiendas que no todo lo que dice es verdad.

Jimin se inclinó hacia adelante, sintiendo que su corazón latía con más fuerza.

—¿Qué encontraste?

—Mira esto. —Jungkook hizo clic en un archivo, y una serie de imágenes y mensajes comenzaron a aparecer en la pantalla. —Este es un chat que encontré entre Kai y Hwasa.

La pantalla mostraba mensajes que confirmaban que Kai había estado en contacto con ella más de lo que había dejado entrever. Jimin frunció el ceño al leer las palabras.

—¿Kai estaba en contacto con Hwasa? —preguntó, su voz temblando de incredulidad.

—Sí y parece que le estaba sugiriendo que se acercara a ti para desestabilizarte. —Jungkook lo miró a los ojos, buscando su reacción. —No lo entendí de inmediato, pero ahora es obvio. Kai estaba manipulando a ambos.

Jimin sintió que el suelo se movía bajo sus pies.

—Esto... esto cambia todo.

—Exactamente. Quería que lo vieras por ti mismo, porque creo que Kai ha estado jugando un juego muy peligroso. —La voz de Jungkook era grave, y Jimin pudo ver la preocupación en su mirada.

ᵀʰᵉ ᴮᵉᵗʳᵃʸᵃˡ ᵒᶠ ᵗʰᵉ ᴴᵉᵃʳᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora