Capitulo 6

141 15 0
                                    

El aire en el café estaba cargado de tensión. Jimin se sentó frente a Kai, sintiendo que cada segundo que pasaba lo acercaba más a la verdad. Sabía que el momento de la confrontación había llegado, y no había vuelta atrás.

—Jimin, ¿qué sucede? Pareces... diferente —dijo Kai, tratando de mantener su tono ligero, pero la inquietud en su voz era palpable.

Jimin respiró hondo, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. Necesitaba ser firme, necesitaba que Kai entendiera que ya no iba a dejarse manipular.

—He estado pensando en lo que me dijiste sobre Jungkook y Hwasa —comenzó Jimin, su voz temblando ligeramente—. Y tengo algunas preguntas.

Kai frunció el ceño, pero rápidamente esbozó una sonrisa.

—Claro, pregúntame lo que quieras —respondió, pero había un brillo en sus ojos que lo delataba.

—¿Por qué me dijiste que Jungkook estaba con Hwasa? —preguntó Jimin, tratando de mantener la calma—. ¿Por qué decidiste involucrarte en nuestra relación?

Kai se encogió de hombros, su expresión pasando de la sorpresa a la defensa.

—Solo quería protegerte, Jimin. Sabía que Jungkook estaba actuando de manera extraña y pensé que debías saberlo.

—¿Protegerme o manipularme? —interrumpió Jimin, sintiéndose más seguro de sí mismo—. Sabías cuánto amaba a Jungkook, pero elegiste contarme mentiras.

Kai apretó los labios, y Jimin pudo ver cómo la tensión se acumulaba en su cuerpo.

—No son mentiras, Jimin. Lo que vi fue real.

—¿Real? —preguntó Jimin, sintiendo que la frustración aumentaba—. ¿Viste realmente algo, o simplemente querías separarnos? ¿Qué ganas con esto?

Kai lo miró fijamente, y por un momento, Jimin pensó que podía ver una chispa de algo que parecía verdadero, pero se disipó rápidamente.

—No entiendo por qué estás defendiéndolo. Él no es lo que parece, Jimin. Te lo juro.

—Él es quien siempre ha estado a mi lado —respondió Jimin, levantando la voz—. ¿Y tú? ¿Qué has hecho? ¿Haciendo que dude de él? ¿Eso es ser un amigo?

Kai hizo una pausa, su mirada se oscureció, y por un instante, Jimin vio su verdadero rostro. La frustración y el resentimiento se apoderaron de él, y lo que había sido una amistad comenzó a desmoronarse.

—Sabes que lo que digo es cierto. Él nunca te ha amado como yo lo hago. —Las palabras de Kai lo sorprendieron, y Jimin sintió que una mezcla de dolor y sorpresa lo abrumaba.

—¿Qué? —preguntó Jimin, sintiendo que el aire se escapaba de sus pulmones.

—Lo sé, Jimin siempre lo supe he estado a tu lado mientras él te traicionaba. Te mereces algo mejor que eso.

La afirmación de Kai lo dejó sin palabras. Había una verdad en sus ojos que Jimin no podía ignorar, pero también sentía que se estaba acercando a un abismo del que no podría regresar.

—¡Cállate! —gritó Jimin, sintiéndose abrumado por la confusión—. ¡No tienes idea de lo que estás diciendo!

El café a su alrededor comenzó a llenarse de murmullos y miradas curiosas, pero Jimin no podía preocuparse menos. Kai había cruzado una línea que no podía deshacerse.

—Tú eres el que no entiende —respondió Kai, levantándose de su asiento—. Estoy tratando de ayudarte, Jimin. Solo quiero que estés bien.

—¿Ayudarme? ¿O simplemente estás intentando deshacerte de Jungkook? —dijo Jimin, sintiendo cómo la rabia crecía en su interior.

ᵀʰᵉ ᴮᵉᵗʳᵃʸᵃˡ ᵒᶠ ᵗʰᵉ ᴴᵉᵃʳᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora