3 A.M || Pedri y Gavi.

Capítulo 9.- Padre Tiempo.

Gavi's Pov:

Una vez llegué a las oficinas del club salí disparado, le había dicho al conductor del Uber que corriese todo lo que pudiera. Crucé el vestíbulo de las oficinas todo lo rápido que pude, con la respiración entrecortada y con los nervios a flor de piel. Bajo el brazo llevaba el sobre más importante que había tenido nunca en mis manos; "los papeles de su matrícula de honor". Había trabajado duro para que pudiesen confiar en mi, para que viesen que podía ser un buen entrenador, pero nunca esperaba sacar una matricula de honor. Los estudios nunca habían sido lo mío, y ahora tener esto era un gran orgullo para mi y para mis padres. Ellos se pusieron a chillar en cuanto les conté la noticia, me dijeron que corriese hasta el club, y que fuese feliz otra vez. 

Joan Laporta no me esperaba en su oficina, nadie lo hacía, el entreno acaba de terminar, Xavi estaba hablando con Laporta, y no dude en tocar la puerta para que supiesen de mi legada. 

—¡Hombre, Gavi! —exclamó Laporta al verme entrar—. No te esperaba por aquí, ¿Está todo bien?.

Dejé el sobre en la mesa, con un gesto de nerviosismo y emoción, tanta que, hasta mi mano temblaba. 

—Bueno, presidente, esto son mis papeles de la formación profesional, aquí esta el diploma y la nota que he conseguido lograr. 

Laporta asintió, cogiendo el sobre entre sus manos, cuando lo abro en sus ojos se reflejó sorpresa, pero también emoción y admiración. 

—Eres un ejemplo para todos los chicos de La Masía. Esto no es solo fútbol, es compromiso. Felicidades, Pablo. Has sabido sacar lo bueno de tu lesión, has aprendido a superarte y estoy seguro de que serás un gran entrenador de este club. 

Tras unos minutos de charla, Laporta le entregó un pequeño obsequio: un reloj grabado con la insignia del club y una dedicatoria personal. Era un gesto simbólico, pero significativo. Salí de las oficinas sintiéndome feliz, incluso podía decir que tenia los ojos un poco acuosos, pero no era para menos. 

Pedri estaba esperándome fuera, con unas gafas de sol que le habían regalado una marca, y una sonrisa de oreja a oreja. Yo no le había avisado de que estaba aquí, por lo que me sorprendió verle esperando. 

—¿Ya has entregado los papeles con las notas? —preguntó Pedri con una sonrisa cómplice.

—¿Como lo sabes? No Te he dicho que venía a llevarlos.— Le dije con sorpresa. 

— Ferran te vio por el pasillo con una carpeta en la mano, y Xavi entró diciendo que ya habías entregado los papeles de la formación profesional. Bueno, ¿me vas a decir la nota final?

—Sonreí como un bobo antes de decirle—Matricula de honor, el mejor de mi clase.—Él no tardó en abrazarme, apretándome tanto que me hizo reír. 

—Por eso te tengo una sorpresa, en realidad ya la tenía, pero ahora con mas razón, así que súbete al coche que vamos a nuestro destino de dos días. 

—¿Y mi ropa?—Pregunté. 

—En el coche, venga, vámonos.— Yo le seguí, empezamos a caminar, pero no veía el coche de Pedri por ningún lado, hasta que vi que se paraba y abría un Mercedes negro. 

—¿Y ese coche?.— Era un coche impresionante, un "GLE 350". El color era mate, lo que le hacía mas elegante. 

—Se lo pedí a los de "Ok mobility"  para hacer el viaje. 

Ambos subimos al coche, el móvil de Pedri estaba conectado, así que me pasó el móvil mientras él salía de la ciudad deportiva, para poner rumbo a nuestro lugar de vacaciones. Pedri tenia prohibido que mirase el GPS del coche, por lo que iba mirando la ventana o hablando con el de cualquier tema.