Capítulo XXI

182 28 4
                                    

Parte II

Parte II

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sergio

🔞

Este capítulo tiene escenas explicitas, por si no es de tu agrado por favor de abstenerse a leer.

Lo único que conozco es el dolor que irradia por todo mi cuerpo. Sube y baja hasta el punto en que ya ni siquiera puedo sentirlo. Me he fracturado bajo su peso y con cada lágrima que se escapa de mis ojos, muere otro trocito de mí.

Muerto, junto a mi madre.

Y me he quedado completamente entumecido.

Estoy vacío y roto y me falta una parte de mí que no estaba preparado para perder, todo por una pizca de maldita esperanza que me negué a dejar ir.

Incluso aquí, en mi cama, con Max a mi lado, me siento completamente vacío. Un abismo me ha abierto y hay un vacío en mi pecho donde solía vivir mi corazón. Ahora está hecho trizas en el suelo de un hospital en Portland mientras forcé a mis pies a alejarme de allí. Pero la distancia no hace nada para aliviar el dolor, al igual que nada de lo que hago detiene la hemorragia.

Esto es una pesadilla. Una pesadilla de la que todavía estoy tratando de salir a la superficie, en un intento de liberarme de sus garras.

Pero no es un sueño, no es una pesadilla.

Y todo esto es real y estoy viviendo en mi propio infierno personal.

—Deberías intentar dormir un poco al menos —susurra Max, interrumpiendo mis pensamientos. No tengo fuerzas para hablar, así que me doy la vuelta y me quedo mirándolo.

La mitad de su rostro está iluminado por la luz de la luna que entra por la ventana, la otra mitad está oculta por las sombras. Mi mano se mueve por voluntad propia y alcanza a trazar los planos duros de su mejilla y mandíbula. La línea afilada de su nariz.

Cuando llego a la suave curva de sus labios, él deposita un beso en la yema de mi dedo.

Mi pecho vacío tiembla y traquetea.

—Sergio —murmura tan bajo que apenas lo oigo. La única pista que tengo es su aliento contra mi piel y el sutil movimiento de sus labios bajo mi dedo.

Quiero besarlo ahora mismo, aunque sea para ver si eso cura alguna parte de mi alma fracturada. Pero no lo hago. No lo hago, joder, porque estoy demasiado ocupado ahogándome en la miseria.

Ni siquiera puedo pronunciar su nombre para hacerle saber que lo escuché.

En cambio, mi otra mano se mueve debajo de las sábanas para encontrarlo, y enrosco mis dedos alrededor de su muñeca una vez que lo encuentro. Un simple apretón es la única respuesta que le doy, pero es suficiente para que diga lo que quiera decir.

Head Above Water: [ Chestappen/Perstappen ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora