6. Un frente unido

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La sociedad es géminis, por que tiene dos caras: una externa que luce bien, y una interna que es más mala que todos los jefes finales que existen.

Los humanos estamos mal acostumbrados a rechazar en primera instancia algo a lo cual no estamos acostumbrados a ver, a eso se le llama inercia. Por ello, a principios de siglo la homosexualidad era algo mal visto. Actualmente eso ya se ha normalizado, pero lo que aún no se ha normalizado es la poligamia.

Es legal en un número de países muy pequeño en el mundo entero, pero en casi todo el mismo la monogamia es una regla de oro en toda la sociedad. Pero para algunos, una limitación como esa perjudica el contacto y las interacciones sociales al tratarse de un círculo de confianza muy cerrado. Por supuesto, confiar tanto es un enorme riesgo, pero, ¿cuándo no hay que arriesgarse cuando se trata de vivir?

Para vivir al máximo, algunas reglas se tienen que romper. Eso es lo que hace el Ejército Revolucionario: romper los límites que impone la corrupción de la sociedad, en aras de promover la libertad e igualdad de los derechos humanos, además de los de todas las especies que existen. En resumen, es como limpiar un jardín repleto de malas hierbas para que puedan florecer hermosas flores.

Incluso en la oscuridad más profunda, se puede vislumbrar un rastro de luz.

Los cuatro protagonistas, poco a poco, están encontrando esa luz.

Pov. Glaolo

Vaya primeros meses en la preparatoria... ¡Somos campeones nacionales!

Apenas he participado en mi primer torneo intercolegial con mi equipo y, además de ganarlo, me he salido siendo el mejor jugador de la competición. Aún no me lo creo...

Después del partido, volvimos a Zerofuku. Nuestra escuela nos permitió celebrar el triunfo allí, como un día de descanso de nuestro intercambio en Tokio. Y nos han montado una tremenda fiesta, con todos los lujos posibles.

También nos condecoraron por nuestro triunfo, con los puntos de clase mencionados anteriormente. Si hoy fuéramos a cambiar nuestros puntos privados por dinero real, toda nuestra clase sería millonaria.

Además, no sólo fuimos condecorados por la escuela, sino por el Emperador Hiro, quien nos reconoció a mis hermanos, a mí y a los Caballeros del Sol Naciente por derrotar a los demonios de hace 5 años. Supongo que fue Rea quien le contó esa historia, y ésta la supo por boca de Berceo... bueno, ya no somos ninjas de Konoha, así que qué más da. A Kai, Jaspe y Brawl también los condecoraron por sus acciones caritativas y solidarias como revolucionarios.

Rei: ¿De verdad tenemos que seguir así vestidos?

Glaolo: No queda de otra. Venimos ver al Emperador.

Drake: Berceo... ¿No pudiste decirle al Emperador Hiro que fuéramos más informales? Será tu suegro también, ¿no?

Berceo: Sí, pero la realeza es la realeza. Teníamos que ir presentables.

Brawl: ¿Qué más da? Si vamos bien chulos.

Jaspe: ¿Me hacen raro estas gafas?

Brawl: ¡Qué va! Si hasta pareces más listo.

Jaspe: Capullo.

Jaspe: Puto Flareleon, ¿por qué él pudo librarse de este paripé siendo un héroe? ¿Y por qué tuve que ir yo? Soy un asesino, no un caballero.

Kai: Jace, relaja la lengua.

Brawl: Relax, tíos. Hemos llegado a la fiesta y somos las estrellas. 

 

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