14. El resurgir de la Voluntad

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El Festival Deportivo Cultural, o Festival Escolar para abreviar, ha alcanzado su ecuador.

El tercer día del festival ha dado un giro muy abrupto al mismo. El Battle Royal del torneo de peleas acabó de manera espantosa y explosiva. Los Consejeros se volvieron mucho más fuertes a costa de Glaolo, a quien cabrearon hasta el punto de hacerle sacar su poder demoníaco hiriendo de muerte a sus amigos.

Berceo encantó el lugar del evento para evitar que alguien pudiese morir, sin importar la gravedad de las heridas sufridas. Así que para el máximo organismo de ambas escuelas, esta barbarie fue un entrenamiento especial disfrazado de una masacre protagonizada por un terrible demonio, y ese demonio era Glaolo.

Gracias a las cuatro amigas del peliblanco, Glaolo recuperó el sentido y reprimió sus poderes demoníacos. Prometiéndose protegerlas abrumado por la desesperación y la furia, despertó el Mangekyo Sharingan y puso fin a la batalla con su Susanoo.

Con su magia, Jaspe reescribió los recuerdos de todo el mundo, manteniendo impoluta la imagen de su amigo. Pero Glaolo no sentía nada bien consigo mismo...

Pov. Glaolo

El Battle Royal ha sido un espanto brutal...

Yo pensando que iba a ser una competición amistosa... pero ha resultado ser barbárico.

Rei. Jaspe. Brawl. Tsukasa. Feida. Hilbert. Mei. Yuu. Saya. Mis nueve amigos han despertado sus poderes como mutantes de los grupos Astrales y Superiales. Pero esto parecía entrar en los planes de los Consejeros... Ya que Jamal-senpai y Sabrina-senpai sacaron sus SS y los despedazaron delante de mis ojos... Aquella escena me hizo temblar...

Mis poderes demoníacos emergieron fruto de mi ira. Y la descargué sobre todos aquellos que fueron a atacarme. Recuerdo que maté a casi todos los participantes que se me cruzaban...

Los Consejeros también me atacaban con todo... Esto es... ¿parte de su plan?

¿Qué pueden tener planeado...?

Después del torneo, me encerré en mi habitación. No tenía ganas de hablar con nadie, y mañana tengo entreno con el Esperion de cara a un partido este finde. Al menos, ahí me puedo olvidar de todo esto y pensar sólo en jugar...

De hecho, venga. Cojo el balón y me voy a la cancha a darle unas patadas para relajarme.

 Cojo el balón y me voy a la cancha a darle unas patadas para relajarme

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Realmente jugar al fútbol y darle patadas al balón me relaja. Hace que lo demás pierda importancia. Recuerdo que a mi amigo Mark Evans también le gusta irse con el balón a entrenarse a la Torre de Inazuma cuando algo le preocupa. Supongo que es algo natural para los amantes del fútbol resolver sus dudas mientras juegan un poco al fútbol. En fin, sigo cuestionándome a mí mismo mientras le doy toques al balón...

Glaolo: (...) No entiendo nada... ¿Por qué no puedo controlar estos poderes...?

Glaolo: (...) Cuando luché contra Qliphoth, podía controlarlos sin ningún problema pese a estar envuelto en la desesperación. Y veía a mis compañeros ser lastimados, pero no enloquecía...

Glaolo RisingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora