Un Diario Más

Dolor es fuerte

Aún duele, y mucho, todavía siento ese dolor profundo, después de unos meses.
Tal vez esto seguirá doliendo, y no voy a presionarme a qué deje de doler.
Se que así tiene que ser.
Así pasaron las cosas, así tuvo que pasar todo, fue lo mejor para mí.
Ya pasó, y ahora lo queda es aceptarlo.
No quiero etiquetarme como lo que pasó, mis circunstancias no definen quien soy, pero el aceptarlo me ayudara a proseguir.
Si, me divorcié, compartí mi vida con una persona en algún punto pasado, pero ya no está más. Todo terminó.
Y lo que pasó entre nosotros, haya Sido la culpa de quien haya Sido, ya queda atrás, solo puedo aceptar lo que pasó y como pasó todo, debo levantarme. Por una parte no puedo dejar ir esto afecte mi cuerpo, soy fuerte, estoy sobreviviendo a esto;
Con caídas, pero estoy aquí.
Y si, soy divorciada, me acabo de divorciar, las cosas pasaron, si  admiro que quise y hice de mi parte lo que me correspondía pero las cosas eran de dos, y no se sostuvo del otro lado, simplemente, no funcionó.
Esto no tiene porque romperme, sé y acepto que hay momentos en los que estaré triste, pero no todo el tiempo, ni dejar que afecte gravemente mi vida y mucho menos mi salud.
Porque me quiero, porque valgo, porque Dios me ama tanto, y si el me ama así lo demás no importa, tengo lo que necesito para amarme a mi misma y aceptarme.
Tengo mucho para dar, pero primero debo dármelo a mi misma, y nunca más dárselo a nadie porque eso le pertenece a Dios, y también a mi.
Lo que si puedo hacer es compartir ese amor que me tengo a mi misma, mi lealtad, que cuando yo aprenda a apreciar me al 100, entonces podré (solo si quiero) compartir eso con otra persona.

Tengo tantas ganas de abrazar, pero nadie lo hace.
Me siento tan necesitada de cariño y atención que abrazaría a cualquier persona que me lo permita, abrazaría como si nunca más volviera a abrazar y a depositar todo mi sentimiento en ese abrazo no importa quien sea.
Sólo no debo abandonarme.
Quisiera abrazar a los que tengo cerca, pero mi familia no está acostumbrada a eso, mis amigas tampoco y siendo realistas, eso sería raro.

Solo quiero darme amor a mi misma, que con eso y con Dios será suficiente.
Voy a volver a Dios, a expresarle todo lo que hay en mi y dejarle mi corazón en sus manos, para que lo sane y me conforte.