El templo Jangseung parecía cobrar vida a su alrededor, resonando con el eco de su misión. La energía pulsante que habían sentido al entrar seguía latente en el aire, como una advertencia de que el tiempo no estaba de su lado. Sin más dilaciones, Wonwoo y Mingyu sabían que debían salir a buscar a las criaturas que ahora atormentaban la ciudad, y el primer paso en su búsqueda era encontrar un rastro de su presencia.
Salieron del templo y se adentraron nuevamente en la oscuridad de la montaña. El paisaje estaba lleno de sombras y ecos, y cada sonido les recordaba que estaban en territorio desconocido. Las historias que Baek les había contado empezaban a tomar forma en su mente, y aunque la incertidumbre los envolvía, había una determinación palpable en su interior.
—Necesitamos encontrar un lugar donde hayan aparecido. Tal vez podamos seguir las pistas —sugirió Mingyu mientras avanzaban con cautela por el sendero, manteniendo su espada lista.
Wonwoo asintió, y su mente comenzó a repasar los relatos de desapariciones y avistamientos. Un lugar resonaba en su memoria: el barrio de Hongdae, famoso por su vibrante vida nocturna y, ahora, por sus extrañas desapariciones. Había oído que varias personas habían desaparecido en las cercanías, dejando a la comunidad en estado de alerta.
—Vamos a Hongdae —declaró Wonwoo, tomando la iniciativa.
Cuando llegaron, el ambiente era completamente diferente al que habían experimentado en la montaña. La música resonaba por las calles, y la multitud se movía con un aire de despreocupación, ajena al peligro que acechaba en la oscuridad. Sin embargo, la inquietud estaba presente en el aire, palpable en los murmullos de la gente.
Al comenzar su búsqueda, decidieron separarse para cubrir más terreno. Mingyu se dirigió hacia un grupo de jóvenes que hablaban sobre las desapariciones, tratando de obtener información directa. Mientras tanto, Wonwoo se adentró en un callejón más oscuro, guiado por un instinto que le decía que allí podría encontrar algo.
En el callejón, la atmósfera era tensa y fría. Los murales de graffiti, que normalmente se exhibían con orgullo, parecían advertir de algo oscuro y siniestro. Un fuerte ruido provenía de un contenedor de basura cercano, y su corazón se aceleró mientras se acercaba con cautela. Con la mano en el mango de su espada, abrió la tapa.
Para su sorpresa, encontró a un perro callejero, que se movía inquieto, como si presintiera la presencia de algo. Justo entonces, una sombra cruzó rápidamente el extremo del callejón, y Wonwoo se giró instintivamente, listo para enfrentar lo que fuera.
Mingyu, en su lado del barrio, había tenido más suerte al escuchar a un grupo de personas que relataban historias sobre un extraño avistamiento en la zona. Un joven con una chaqueta desgastada hablaba con entusiasmo, pero su expresión era sombría.
—Era enorme, como una mezcla entre un hombre y una bestia. Nadie cree lo que vi, pero estoy seguro de que no estaba soñando —decía el joven, mientras otros lo miraban con escepticismo.
Mingyu se acercó, decidido a obtener más detalles.
—¿Cuándo lo viste? —preguntó, tratando de mantener la voz tranquila, aunque la emoción comenzaba a agolparse en su pecho.
—Anoche. Justo cerca de la plaza. Huyó hacia el bosque al sur, y no he podido dormir desde entonces —respondió el joven, sus ojos llenos de temor.
—Gracias —murmuró Mingyu, sintiendo que las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar.
Ambos se reunieron más tarde, en un pequeño café iluminado por luces tenues, donde el aire olía a café y a pasteles recién horneados. Compartieron lo que habían descubierto.
—Parece que tenemos un punto de partida —dijo Wonwoo—. El bosque al sur. La criatura que vi en el callejón también podría estar conectada.
Mingyu se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con determinación.
—Entonces, ¿vamos ahora? No podemos esperar más.
Wonwoo dudó un instante, mirando por la ventana, donde la luna se alzaba en el cielo, proyectando sombras que parecían danzar en las calles. Sabía que debían ser cautelosos, pero la idea de que una amenaza acechaba a la ciudad le hizo asentir.
—Sí. Es ahora o nunca.
Salieron del café, las sombras de la noche envolviéndolos mientras se dirigían al bosque. La adrenalina corría por sus venas, y la inquietante sensación de que estaban siendo observados no se desvanecía. Cada paso que daban los acercaba más a lo desconocido, a la confrontación con lo que se escondía en la oscuridad.
Al llegar a la entrada del bosque, una densa niebla comenzó a descender, envolviéndolos en un manto de misterio. El silencio era abrumador, y por un momento, ambos hombres se detuvieron, sintiendo el peso de la decisión que habían tomado.
—Estamos en esto juntos —dijo Mingyu, rompiendo la tensión.
Wonwoo sonrió, aunque la preocupación seguía en su mente. Se adentraron en el bosque, sabiendo que lo que encontraran en la oscuridad podría cambiar sus vidas para siempre.
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☆°Criaturas de Seúl: Luz en la Oscuridad°☆ | •Minwon/Meanie•
Fanfiction*SINOPSIS*: En un mundo donde la oscuridad acecha a la luz, Mingyu y Wonwoo, dos valientes guerreros, se encuentran en una batalla épica para proteger su hogar. Tras derrotar al temible maestro de la oscuridad, la paz parece restaurada, pero un eco...