☆°Criaturas de Seúl: Luz en la Oscuridad°☆ | •Minwon/Meanie•

°Capítulo 11: Preparativos y decisiones°

El amanecer llegó con una luz tenue, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y dorados. En la plaza del pueblo, la atmósfera era de tensión y expectación. Los guerreros se habían reunido, listos para enfrentar lo desconocido. Cada rostro reflejaba determinación, pero también una sombra de temor ante lo que estaba por venir.

Wonwoo y Mingyu se encontraban en el centro de la plaza, junto a Baekhyun. El anciano había convocado a los guerreros para discutir la estrategia que seguirían en la inminente batalla. La presencia de todos aquellos hombres y mujeres, dispuestos a luchar, les daba fuerza.

—La criatura que enfrentamos no es solo un enemigo físico. Está impulsada por una oscuridad que se extiende más allá de lo que podemos ver —comenzó Baekhyun, su voz resonando con autoridad—. Debemos estar unidos, no solo en combate, sino en espíritu.

Los guerreros asintieron, la gravedad de las palabras del anciano calando hondo. Wonwoo observó a su alrededor y sintió que cada uno de ellos compartía un mismo propósito: proteger su hogar.

—¿Cuál es el plan? —preguntó Mingyu, ansioso por recibir instrucciones concretas.

—Primero, debemos localizar la fuente de la oscuridad —respondió Baekhyun—. La criatura que enfrentaron es solo un guardián. Alguien o algo está dirigiendo su ira. Necesitamos explorar la zona donde la encontraron y buscar pistas.

El murmullo de los guerreros se intensificó, y las miradas se encontraban llenas de expectativa y preocupación.

—Además, debemos dividirnos en grupos para cubrir más terreno —agregó Wonwoo, tomando la iniciativa—. Un grupo puede ir hacia el bosque, mientras que otro se queda aquí para proteger la ciudad. No podemos arriesgarnos a que la oscuridad se infiltre mientras estamos ausentes.

—Yo iré al bosque —declaró un guerrero alto, con una cicatriz en la mejilla—. He recorrido esas tierras desde que era un niño. Conozco cada rincón.

—Yo también voy —dijo Mingyu, su voz firme—. No me quedaré aquí mientras todos luchan. Necesito hacer mi parte.

Wonwoo sonrió a su lado, agradecido por su valentía. Sin embargo, había una inquietud en su corazón. Sabía que cada uno de ellos estaba arriesgando mucho, pero la necesidad de proteger a su pueblo superaba cualquier miedo.

—Entonces está decidido. Formaremos dos grupos: uno irá al bosque y el otro se quedará para resguardar la ciudad —confirmó Baekhyun, levantando la voz para calmar la creciente emoción—. Debemos estar preparados para lo que venga.

Con el plan establecido, los guerreros comenzaron a equiparse. Las armaduras brillaban a la luz del sol naciente, y las espadas se afilaban con meticulosidad. Mientras el ambiente se llenaba de actividad, Wonwoo sintió que el tiempo se deslizaba entre sus dedos. Debían actuar rápido.

—Wonwoo, ¿qué piensas que deberíamos buscar en el bosque? —preguntó Mingyu, ajustándose la armadura.

—Cualquier signo de la criatura o de su maestro. Tal vez haya rastros de su poder o algún artefacto que podamos usar en nuestra contra —respondió Wonwoo, pensando en las visiones que había tenido en el altar.

La preparación continuó, cada guerrero empacando provisiones y armas. Sin embargo, mientras la energía del grupo crecía, Wonwoo no podía evitar sentir una sensación de inquietud. Algo en el fondo de su mente le decía que estaban en una carrera contra el tiempo.

Al finalizar los preparativos, los guerreros se reunieron en el centro de la plaza. Con determinación, se tomaron de las manos, creando un círculo de unidad y fuerza.

—Por la ciudad, por nuestras familias y por la luz que debe prevalecer sobre la oscuridad —declaró Baekhyun, levantando su espada.

—¡Por la luz! —gritaron los guerreros al unísono, la voz resonando en la plaza como un eco poderoso.

Con los corazones llenos de valor y el amuleto aún brillando en el bolsillo de Wonwoo, los guerreros se separaron en sus grupos, cada uno listo para enfrentar el desafío que les esperaba.

El camino hacia el bosque se sentía más sombrío de lo que recordaban. Mientras avanzaban, el aire se tornaba más pesado, y el silencio parecía presagiar algo terrible. La confianza de los guerreros se convirtió en un silencio reverente, cada uno sumido en sus pensamientos y preparándose mentalmente para lo que podría ser la batalla más crucial de sus vidas.

Al entrar en el bosque, el ambiente cambió drásticamente. Las sombras parecían moverse con vida propia, y el susurro de los árboles se convirtió en un murmullo ominoso. La atmósfera estaba impregnada de una extraña energía que parecía observarlos.

—Mantente alerta —susurró Wonwoo, sintiendo que cada sentido estaba agudizado. No podían permitirse bajar la guardia.

Mingyu asintió, su mirada fija en el camino por delante. Ambos sabían que no solo debían luchar por sus vidas, sino también por la salvación de su pueblo.

Mientras se adentraban en el bosque, la sensación de que algo los seguía se volvió ineludible. La oscuridad parecía acecharlos, y en el fondo de sus corazones, sabían que la batalla estaba a punto de comenzar.