Narra Kylie
El sonido de mi alarma resonó por la habitación, y, entre sueños, estiré el brazo para apagarla. Con los ojos todavía cerrados, me quedé un momento en la cama, asimilando que hoy era el primer día de universidad. Una mezcla de emoción y nerviosismo burbujeaba en mi interior, como si cada latido de mi corazón marcara el compás de un nuevo comienzo.
Me levanté y caminé hacia el baño, sintiendo cómo el agua caliente de la ducha me envolvía. Mientras el vapor llenaba el espacio, intenté despejar mi mente de las dudas que empezaban a asomarse. Este era un momento crucial, y quería que todo saliera perfecto.
Tras la ducha, me sequé y miré mi reflejo en el espejo. Decidí que merecía un atuendo especial para el primer día: una blusa de seda blanca que caía suavemente, un pantalón de tiro alto en color beige y una chaqueta a juego. Quería sentirme elegante y segura, me arreglé el cabello, dejándolo suelto y brillante, y me apliqué un poco de maquillaje que resaltara mis rasgos.
Cuando bajé las escaleras, vi a Sofía, que ya estaba en la cocina. Se había levantado un poco más temprano para preparar su desayuno, la vi sentada en la mesa, con una taza de café en la mano, mientras hojeaba un cuaderno lleno de ideas para sus proyectos.
—¿Estás lista, Kylie? —me preguntó, sonriendo y admirando mi atuendo.
—Casi, solo un poco más —respondí mientras me servía un tazón de yogur con frutas y granola.
—Hoy es un gran día. Te ves increíble —dijo, inclinándose hacia adelante, como si quisiera darme un empujón de confianza.
—Gracias, Sofía. Me siento un poco nerviosa —admití.
—Es normal. Recuerda que todos están en la misma situación. Aprovecha cada momento —me animó mientras terminaba su café.
Después de desayunar, Sofía me miró con determinación y dijo:
—Voy a llevarte a la universidad. Así no tienes que preocuparte por encontrar estacionamiento.
Sonreí al escuchar eso. Sabía que el primer día podía ser caótico, y tener a mi hermana a mi lado me hacía sentir un poco más cómoda. Cuando ella se terminó de preparar, nos dirigimos a su auto, un elegante hatchback que había comprado recientemente.
Mientras Sofía conducía, el viento fresco entraba por la ventanilla. Ella ponía una canción animada que me hacía sentir un poco más relajada. Miré por la ventana, observando cómo la ciudad se deslizaba rápidamente a nuestro alrededor, cada edificio y cada árbol representando un nuevo comienzo.
—¿Estás lista para deslumbrar a todos? —me preguntó Sofía con una sonrisa cómplice.
—Creo que sí. Estoy emocionada por conocer a nuevas personas —respondí, sintiendo una chispa de entusiasmo en mi interior.
—Recuerda, no estás sola. Estaré aquí para apoyarte en cada paso —dijo ella, dándome una rápida mirada de aliento antes de concentrarse en la carretera.
Al llegar al campus, el bullicio de estudiantes llenaba el aire, y mi corazón latía con fuerza. Mi primer día en la universidad estaba a punto de comenzar, y con Sofía a mi lado, me sentía lista para enfrentar todo lo que viniera.
Sofía me dio un abrazo rápido antes de despedirse. —Tú puedes, Kylie. Diviértete y disfruta el día. Te veré después —dijo, antes de alejarse.
Justo cuando me quedé mirando el campus, sintiéndome un poco sola, vi a Ruby, que se acercaba rápidamente. Su energía Siempre contagiosa, y su sonrisa iluminaba el lugar.
—¡Kylie! —gritó mientras se acercaba, y antes de que pudiera reaccionar, me envolvió en un abrazo apretado.
—¡Ruby! —exclamé, sintiendo que los nervios se disipaban un poco al ver su rostro amigable.
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✿.MÍ TUTORA.✿
Short StoryEstá historia trata sobre Kylie Cantral, una chica sexy, dulce y carismática de 21 años, se muda a Los Ángeles para comenzar su vida universitaria. En su nueva escuela, le sugieren que sea tutora de Malia Baker, una estudiante de 17 años, muy linda...