Matrimonio Arreglado

Capitulo 12

Sam abrió los ojos lentamente, la luz tenue de la habitación le parecía demasiado intensa. Su cabeza dolía ligeramente y su vista era borrosa. Intentó moverse, pero sus manos estaban atadas detrás de su espalda. De repente, su mirada se cruzó con la de unos ojos grises que lo observaban desde el retrovisor... no, ahora estaba sentado en una silla junto a la cama.

Sam sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al reconocer esos ojos. Su corazón comenzó a latir con miedo y ansiedad.

Matthew se mantuvo sentado en silencio durante unos momentos, observando a Sam con una mirada intensa y seria. Su rostro parecía esculpido en piedra, sin una sola expresión de emoción. Luego, se puso de pie lentamente, su movimiento deliberado y calculado. Caminó hacia Sam con pasos lentos y medidos, su mirada nunca abandonando el rostro del rubio.

Bueno, Sam... Parece que hemos llegado a un punto crucial ¿No crees? -dijo con voz baja pero firme-

Sam intentó retroceder, pero sus manos estaban atadas, inmovilizándolo. Matthew se detuvo frente a él, su mirada recorriendo el rostro de Sam con una mezcla de desdén y curiosidad.

¿Qué pasa, Sam? -preguntó Matthew, su voz llena de ironía- ¿No sabes qué quieres? ¿No sabes qué sientes?.

Matthew se acercó más, su aliento en la oreja de Sam- Voy a ayudarte a recordar -susurró, su voz llena de amenaza. Y con eso, sujetó la mandíbula de Sam con fuerza, ejerciendo presión mientras lo observaba con una mirada burlona-

Matthew se acercó con confianza, sus ojos fijos en los del rubio, expectantes y llenos de intención. Pero justo cuando estaba a punto de rozar sus labios contra los del otro, el rubio giró bruscamente su rostro, evitando el beso por poco.

Matthew se detuvo, su sonrisa leve y burlona se desplegó en su rostro, mientras negaba con la cabeza. Su mirada seguía clavada en el rubio, con una mezcla de diversión y curiosidad.

Bien... no quieres que te besé... lo respetaré -dijo Matthew con una voz baja y suave, pero llena de matices- Pero esa noche en la fiesta me hiciste saber lo contrario...

Sus palabras estaban cargadas de insinuación, buscando provocar una reacción en el rubio. Y efectivamente, el rubio frunció el ceño, su mirada se volvió oscura y desafiante.

¿Por qué esa mirada? -preguntó Matthew, sin perder su sonrisa, mientras se acercaba un poco más, su voz tomaba un tono juguetón y provocativo-

El rubio apretó los puños, su rostro enrojecido por la rabia.

No te atrevas a sacar eso a relucir -respondió con voz baja y tensa-  Esa noche fue un error, un momento de debilidad. No significa que quiera repetirlo.

Matthew se acercó un poco más, su sonrisa persistente.

Un error, ¿eh? No parecía un error cuando te estabas acercando a mí, cuando me mirabas con esos ojos... -dijo, su voz baja y seductora-

El rubio se puso rígido, su mirada fulminante.

Detente, Matthew. No vas a hacerme sentir culpable por algo que no quiero que suceda -afirmo-

Matthew se detuvo, su sonrisa se desvaneció lentamente.

Matthew soltó su agarre en la mandíbula del rubio con brusquedad mirándolo con seriedad.

Está bien, no quiero presionarte. Pero no puedes negar la conexión que hubo entre nosotros esa noche -dijo, su voz ahora seria y reflexiva-

Prepárate, dentro de unos minutos daremos salida muy lejos de aquí, tendrás tiempo suficiente para pensar sobre ésto -dijo Matthew con frialdad mientras se alejaba-