Capítulo 2

119 9 2
                                    

Los sollozos sonaban en toda la Sala de aquella gran casa donde un rubio era consolado por su amigo de ojos ámbar.

¿Qué pasa Sam? -quiso saber el motivo de porque su amigo estaba tan afectado-

Colby...colby dijo que no me ama, dijo que se comprometió conmigo por qué era su deber -dijo con dificultad-

Esta bien Sam, cálmate todo estará bien ya lo verás -ánimo al rubio con un fuerte abrazo-

Inevitablemente una ligera expresión de molestia se formó en el rostro del chico al ver a su amigo de esa manera.

Estrecha le voy a dejar la cabeza a Colby cuando le ponga la mano encima, ¿cómo se atreve a hacerte llorar?, maldito amargado -espetó con molestia-

Una suave risa salió de los labios del rubio al escuchar las palabras de su amigo.

No es necesario que hagas eso James, si lo haces tendrás problemas con tú hermano, sabes bien que es muy amigo de Colby -agregó con un poco más de calma-

Alessandro es igual de amargado, por algo son amigos, ¿no crees? -cuestionó sonriente-

Ambos chicos hablaron animadamente el resto de la noche aunque el rubio bebió un poco más de alcohol intentando olvidar el dolor que estaba sintiendo.

James trataba de evitar que su amigo se emborrachara pero ya no había nada más que hacer, sólo acompañarlo y estar para él.

✰⋆。:゚・*☽:゚・⋆。✰⋆。:゚・*☽:゚・⋆。✰⋆。:゚・*☽

Unos quejidos de dolor se escuchaban en la cocina acompañado del regaño de James al rubio por beber tanto.

¡Te dije que no bebieras tanto pero cómo siempre no me escuchas!

Un chico de ojos ámbar reprendia al rubio mientras servía comida en un plato.

¡Porfavor deja de gritar, me duele la cabeza! -murmuraba el ojiazul-

James suspiro suave observando con una pequeña sonrisa hacía su amigo.

Bien, ahora come antes que se enfríe, te ayudará para esa jaqueca que tienes -sugirió-

¡Gracias, eres el mejor! -chillo el rubio con una sonrisa alagando a su amigo-

¿Puedes casarte conmigo en su lugar?, ya no quiero casarme con Colby -murmuro-

¡Estas loco!, vuelve a tus sentidos primero -exclamó exasperado-

El chico de tez pálida desvío la mirada con frustración soltando un pequeño suspiro.

Mira eso. Aún llevas el anillo de compromiso -acotó James-

El ojiazul observó detenidamente el anillo que resaltaba en su mano.

Me lo quitare después de que terminemos oficialmente nuestro compromiso -aclaró en un tono suave-

Ya no me importa Colby, de ahora en adelante haré lo que deseé sin preocuparme de que pensará él -dijo con decisión el ojiazul-

¡Ese es el espíritu! -ánimo el de ojos ámbar-

El sonido del teléfono del rubio resonó en la cocina avisando de una notificación nueva, el ojiazul lo desbloqueo observando la pantalla.

¡Amigo! -gritó de pronto-

¿Qué? -preguntó confundido-

Colby me llamó tres veces anoche, ¡Él nunca me llama! -exclamó con asombró y un poco de miedo en su voz-

¡Mandalo a la mierda! -comentó exaltado- después de cómo se comportó contigo, ¡olvidalo!

Una expresión determinada se apoderó del ojiazul.

Matrimonio ArregladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora