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Al llegar a casa, Jimin cerró la puerta con un suspiro de alivio, esperando encontrar en su habitación un respiro de toda la tensión acumulada tras el enfrentamiento en el campus

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Al llegar a casa, Jimin cerró la puerta con un suspiro de alivio, esperando encontrar en su habitación un respiro de toda la tensión acumulada tras el enfrentamiento en el campus. Lo único que quería era olvidar el intento de Jiyong de sacar a la luz su relación secreta con Yoongi. Pero justo cuando daba un paso hacia las escaleras, una voz conocida lo detuvo en seco.

—Vaya, llegas tarde hoy, hermanito. ¿Problemas en el paraíso?

Jimin giró lentamente hacia la sala y vio a Roseanne, su hermana mayor, cómodamente recostada en el sofá. Tenía una expresión que mezclaba curiosidad y desprecio, algo que él conocía bien.

—No es nada importante, solo estoy cansado —respondió, tratando de sonar neutral y de evitar mirarla a los ojos.

Pero Roseanne se levantó, su sonrisa enigmática mientras se acercaba lentamente. —¿Seguro? Porque yo tengo la sensación de que estás evitando algo... o a alguien.

Jimin apretó los labios, incómodo bajo su escrutinio, pero intentando mantener la calma. —No sé de qué hablas, Roseanne.

Ella soltó una risita burlona, acercándose más hasta que estuvo a centímetros de él. —¿Oh, en serio? Bueno, resulta que Yoongi ha estado hablando mucho conmigo últimamente. Y me sorprende que no me hayas mencionado nada de tu... 'amistad' con él —dijo, enfatizando la palabra con malicia.

La mención de Yoongi hizo que el estómago de Jimin se contrajera de inmediato. Mantuvo su expresión neutral, pero por dentro, sentía una mezcla de alarma y pánico. —¿Qué... qué quieres decir? —balbuceó, incapaz de ocultar del todo su nerviosismo.

Roseanne sonrió, complacida al ver la inquietud en los ojos de su hermano. —Quiero decir, Jimin, que tal vez eres tú quien no sabe nada. Yoongi y yo hemos pasado mucho tiempo juntos. Es sorprendente lo... cariñoso que puede llegar a ser cuando estamos a solas. Me hace pensar que, en realidad, sus sentimientos por mí son más fuertes de lo que imaginas.

Jimin sintió un nudo en la garganta mientras la escuchaba. Su hermana sabía perfectamente dónde golpear para hacerle daño, y sus palabras caían como puñaladas. Aun así, trató de convencerse de que todo era una mentira. —Él... él no haría eso. Yoongi y yo somos... cercanos. Él no siente nada por ti.

Roseanne se cruzó de brazos, fingiendo sorpresa. —¿Cercanos? ¿De verdad crees eso? Vamos, Jimin, Yoongi es alguien que busca lo mejor para él mismo. Quizás solo está contigo porque le haces la vida fácil, porque eres tan... manipulable —se inclinó hacia él, y su voz bajó a un susurro lleno de veneno—. Pero alguien como él necesita a alguien como yo, no a alguien débil que siempre está a su sombra.

Cada palabra era una bala directa al corazón de Jimin. Sabía que no debía escucharla, que Roseanne solo buscaba dañarlo, pero no podía evitar que el miedo y la duda se colaran en su mente. ¿Y si tenía razón? ¿Y si Yoongi solo estaba con él por comodidad y en realidad prefería estar con alguien más... como su hermana?

—Estás mintiendo... —murmuró, con voz temblorosa.

Roseanne rió suavemente, poniendo una mano en su hombro con un toque aparentemente cariñoso pero lleno de frialdad. —¿De verdad crees que él te elegiría a ti sobre mí? Solo mira a nuestro alrededor, Jimin. Tú eres... nada, y él lo sabe. Pronto, él también se dará cuenta de que está mejor conmigo, que soy alguien digno de su tiempo y no solo un capricho pasajero.

El impacto de sus palabras dejó a Jimin sin aliento. Su mirada cayó al suelo, y sintió una opresión en el pecho, como si cada palabra de Roseanne hubiese roto algo dentro de él. Sabía que Yoongi no era perfecto, pero hasta ahora, se había aferrado a la idea de que lo que compartían era genuino.

Roseanne observó cómo Jimin se desmoronaba, y la satisfacción brilló en sus ojos antes de dar un paso atrás. —Oh, hermanito, no quiero hacerte daño —dijo con una sonrisa irónica—, pero creo que era necesario que lo supieras.

Luego se dio media vuelta, dejándolo solo en medio de la sala, con el peso de sus inseguridades aplastándolo.

Luego se dio media vuelta, dejándolo solo en medio de la sala, con el peso de sus inseguridades aplastándolo

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Otra que se une a mi lista de karrrmaaaa

Maniac ; yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora