La noticia sobre Connor Wright dejó una sombra sobre Rivertown High. Mientras todos se preparaban para enfrentar lo que parecía ser una nueva fase en la investigación, la incertidumbre aún flotaba en el aire. Nadie sabía exactamente qué le había sucedido a Connor, pero el hecho de que estuviera en coma era un indicio de que las cosas eran mucho más graves de lo que imaginaban.
Axel se despertó temprano, con la sensación de que el día traería respuestas, aunque no sabía qué tipo de respuestas serían. La última vez que habían hablado sobre el caso, el grupo había quedado atrapado en un mar de suposiciones y preguntas sin respuestas. Pero ahora Connor estaba en el hospital y la verdad estaba más cerca que nunca.
Cuando llegó al instituto, el ambiente era pesado. Los pasillos, normalmente llenos de risas y chismes, ahora estaban sumidos en una extraña quietud. Axel se cruzó con algunos compañeros, pero ninguno le dirigió la mirada. Los ojos de todos estaban en otro lugar: en el hospital, en Connor.
Axel se dirigió hacia la cafetería donde el grupo se había reunido en los últimos días, pero antes de llegar, algo lo detuvo. Un sonido familiar lo hizo girarse: era el vibrar de su teléfono. Miró la pantalla. Un mensaje.
"¿Crees que vas a encontrar algo si sigues buscando? La verdad no está donde crees. Deja de cavar."
Axel sintió un escalofrío recorrer su espalda. Alguien más sabía lo que estaban haciendo. Alguien más les estaba vigilando. ¿Era el mismo remitente de los mensajes anteriores? No lo sabía, pero el tono de este mensaje era diferente. Había algo más siniestro en las palabras. Como si alguien les estuviera advirtiendo que dejaran de buscar.
Suspiró y guardó el teléfono antes de entrar en la cafetería.
El grupo ya estaba allí, con la misma mirada sombría. Sienna, Nora, Aiden y Julián, todos con el mismo semblante serio. Axel se sentó frente a ellos y, sin decir palabra, sacó su teléfono y mostró el mensaje a todos. Los ojos de cada uno se abrieron en sorpresa, pero pronto la preocupación se apoderó de ellos.
—¿De quién es este mensaje? —Preguntó Aiden, frunciendo el ceño.
Axel negó con la cabeza, un gesto frustrado.
—No lo sé. No hay remitente. Solo un número desconocido.
Julián se recargó en la silla, pensativo.
—Este tipo juega con nosotros. Sabe lo que estamos haciendo.
—Pero ¿quién podría saberlo? —Preguntó Sienna, con la voz tensa.
Axel miró a cada uno de los miembros del grupo. El miedo no era palpable, pero la inquietud sí. ¿Cómo sabían que estaban investigando? ¿Y por qué les advertían de esa manera?
—No tengo idea. — Respondió Axel, suspirando. — Pero tenemos que seguir adelante. Si nos detenemos ahora, nunca sabremos la verdad sobre lo que le pasó a Connor. Y no me parece que este tipo sea el que nos detenga.
La determinación en sus palabras hizo que el grupo asintiera, aunque todos sabían que la situación se estaba volviendo cada vez más peligrosa.
La tarde pasó rápidamente, y mientras el grupo intentaba organizar sus siguientes pasos, el teléfono de Axel volvió a vibrar. Esta vez, el mensaje era corto pero desconcertante.
"Connor no recordará nada. Es parte del plan."
El mensaje los dejó a todos sin palabras. ¿Qué significaba eso? ¿Un plan? ¿Quién quería que Connor olvidara algo? Axel sintió un nudo en el estómago. La situación no hacía más que complicarse.
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Indiscretos
Teen FictionEn la tranquila ciudad de Rivertown, un grupo de adolescentes se enfrenta a un misterio que cambiará sus vidas para siempre. Axel Collymore, un joven carismático y aventurero, comienza su primer día en la universidad con una mezcla de emoción y nerv...