Sombra de lágrimas [+18]

Capitulo 24.

— Mónica —
Sin derecho a objetar.

A veces me impresiona lo rápido que el cerebro humano puede tomar una decisión. Algunas personas fingen que les cuesta un montón tomar una decisión cuando en realidad esta la tomaron desde el minuto uno.

Apenas Azael había terminado de hacer su pregunta y muchas manos se alzaron a favor de mi petición. Eso me llenó de muchísima satisfacción. Al fin conseguiría lo que estaba buscando.

Donovan, su madre y abuela, seguidos por los padres de Blake y por supuesto la rubia insoportable.

Un momento...

—Parece que es obvio lo que está pasando—comentó Azael al percatarse del número de personas en la habitación.

Seis a favor de dejarme ir y otros seis en contra.

¿Por qué mierda se ponía en contra Azael y Alan, a uno ni siquiera lo conozco y el otro intento asesinarme hace tan solo unos minutos...

Tal vez quiere tenerme cerca para terminar lo que comenzó.

—Mónica, tus condiciones se aceptan. Mañana mismo tú y tus hermanas saldrán en el jet de la familia en dirección a su nuevo destino.

Espera ¡¿Què?!

—Creí que había sido empate ¿cómo toman la decisión cuando los votos son igualitarios.

—No lo son, querida —respondió Franco, el padre de los chicos—. Yo no puedo votar por ser la cabeza de esta familia.

De pronto, la puerta de la habitación se abrió de golpe.

Mia...

—Mia ¿que haces aquí? —preguntó James.

—Vine a detener esto de una vez por todas. Estoy harta de esta situación y ya no la voy a tolerar.

—Mia, vete de aquí y déjame solucionar esto —le dije yo entre dientes.

Sabía lo que quería hacer y no la dejaría arrebatarme aquello que acaba de conseguir.

—Que no, coño. No te voy a dejar hacer esto, Mónica. Yo voto en contra.

James se levantó de su silla y caminó en la dirección de mi hermana.

—Mia, sal de aquí por favor —le suplicó James tomándola de la cintura y dirigiendo sus pasos hacia la salida.

Mi hermana lo empujó con fuerza, quitando el agarre de James de su cintura.

—La decisión está tomada —intervino la madre de los chicos.

—Usted lo dijo, las decisiones en esta casa se toman en Familia, y como bien dijo su hijo yo ahora soy parte de esta familia y esta decisión también me concierne, yo decido que nos quedamos en Leimun.

—Ella tiene razón, Leonor. James la hizo parte de esta familia y eso hay que respetarlo —contradijo el señor Franco —. Sin embargo, Mia. Tú voto no cambia nada, ya que se convertiría en un empate y por ende sería yo quien tomaría la decisión final y mi decisión es aceptar el trato con tu hermana Mónica.

—No tiene que ser así —habló Landon, llamando la atención de todos —¡Karen, entra por favor!

Me sorprendió ver cómo mi hermana se asomaba un poco por la puerta de la habitación antes de dar un paso en el interior de la misma.

Genial, esto era lo que me faltaba.

—¿Y ahora tú qué haces aquí, Karen? —pregunté sin poder creerlo.