Sombra de lágrimas [+18]

Capitulo 15.

Este capítulo va dedicado a @Reichtum por ser la persona más activa en el capítulo anterior🫀🫶🏻

— Mónica —
En mis manos

Tres días habían pasado desde que les prohibí a mis hermanas ver a los Bennett, tres días y tres noches desde que les pedí encarecidamente que no los frecuentaran más.

¿Y donde estábamos ahora? En la mansión de los Bennett.

¿Por qué estamos aquí? Porque nos invitaron a cenar.

No sé qué está ocurriendo con estas personas pero casualmente tienen tres noches exactas sin ir a las bodegas, por lo que mis hermanas y yo no hemos podido seguirlos. Y eso me frustra porque de verdad me da miedo que en cualquier momento puedan hacernos algo, sobre todo cuando no estamos juntas.

—Moni —me llamó Blake desde el otro lado de la mesa— Acompáñame que quiero enseñarte algo —se levantó de la silla y me invitó a imitar su acción.

Ninguno de los presentes nos estaba prestando demasiada atención. Ni siquiera Donovan, quien no había dejado de lanzarme miradas asesinas desde el momento en que crucé la puerta de la mansión. Extrañamente ahora ni siquiera despegaba la mirada de su celular.

A veces me preocupaba su odio hacia mí, ya que eso podría desencadenar una tragedia en mi vida.

Sinceramente me preocupaba más que Donovan me hiciera algo a mí a que James o Landon atentaran en contra de mis hermanas. Porque estos dos parecían llevar una relación amena con cada una, siempre estaban riendo y conversando como grandes amigos. Pero Donovan no, él realmente no me quería cerca y estaba segura que si en algún momento llegaba a enfurecerlo realmente, me mataría y luego incineraría mi cuerpo para que nadie pudiera encontrarme.

Blake y yo caminamos en dirección al patio trasero, justo en la zona donde estaba la piscina.

—¿Qué sucede, Blake? —le pregunté extrañada.

—Necesito que me ayudes con algo.

—¿Qué sería ese algo?

—Necesito que me acompañes a un lugar esta noche.

Lo miré confundida.

¿Por qué Blake querría que yo lo acompañara a un lugar? De tantas personas a quien pudo habérselo pedido ¿Por qué yo?

—Blake, pero ya es de noche —le recordé lo obvio.

—Lo sé —sonrió divertido—. Me refiero a más tarde, a la media noche para ser más exacto.

—¡¿La media noche?! ¿A donde vamos a ir a media noche?

—¿Vamos? ¿Entonces si me acompañarás?

¿Y ahora que se suponía que debía hacer? El único habitante de esta casa a quien yo le realmente agradaba ligeramente me estaba pidiendo un favor ¿y yo le diría que no?

Suspiré con resignación.

—¿Tengo otra opción? —le pregunté.

—En realidad no. Te habría secuestrado para que vinieras conmigo.

A pesar de que Blake dijo aquello entre risas y dando a entender que lo decía en broma, no pude evitar asustarme.