Capítulo 99 Un trabajo para una sombra

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Miel salió con las manos en los pequeños bolsillos del vestido que llevaba puesto, ocultando el celular de su madre en uno de ellos, lo que la pequeña no sabía, era como hacer para llamar a alguien  ya que no sabía leer, más que mamá, papá, Miel y...

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Miel salió con las manos en los pequeños bolsillos del vestido que llevaba puesto, ocultando el celular de su madre en uno de ellos, lo que la pequeña no sabía, era como hacer para llamar a alguien ya que no sabía leer, más que mamá, papá, Miel y Dereck. Después de pensarlo por un momento, la niña decidió esperar el momento adecuado para revisar el celular y ver si podía hacer algo por si misma.

Mientras la pequeña permanecía quieta en el asiento trasero del auto, el hombre que respondía al nombre de Shein, permanecía sentado al volante con un evidente aire de aburrimiento.

- Bien Elena, Habiba ya no está aquí, así que ven y toma asiento frente a tu... galán

- ...

Elena se sentó en el sofá frente a Darien que no le quitaba los ojos de encima a Hamed, mientras Hamed se sentaba junto a ella sin dejar de mirarla. Elena por su parte mantenía la vista en el piso tratando de evitar a Darien para no molestar a Hamed.

- Tengo una propuesta para ti

- ...

- ... La respuesta es no!

- Jejejeje lo siento mestizo imbécil, tú no decides

- Elena, no importa lo que éste estúpido animal te diga, no aceptes nada

- Entonces te mataré de una vez y terminamos con esto

- No!!! Hamed, dime

- Elena!!

- Dime la propuesta

- No, Elena

- Darien basta, déjame escucharlo. Hamed, por favor, habla conmigo, dime, qué quieres?

- ...

Hamed sonrió con malicia y tomando la mano de Elena, la besó en el dorso como muestra clara de provocación hacia Darien, que seguía intentado romper la brida plástica que lo ataba.

- Te ofrezco una última oportunidad, ven conmigo y dejaré vivir al mestizo

- ...

- Además dejaré que él se quede con Habiba y tu bastardo, para que los crie, a cambio, tú y yo nos iremos a donde nadie nos encuentre jamás y podamos hacer una vida como siempre la quise, a tu lado como mi mujer y la madre de mis hijos

- No estas enfermo si no lo que le sigue, ella no irá contigo a ningún lado, bastardo loco

- Eso no lo decides tú, maldito mestizo hijo de perra! Estoy siendo indulgente Elena, pero esa cortesía no durará para siempre

- ...

- O si lo prefieres haré lo que planeé desde el principio

- ...?

Elena Fayed, la viuda virgen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora