6 Meses de redención.

3.

Lunes, me despierto y reviso mi celular temiendo haber perdido la llamada o mensaje mañanero habitual de Brandon pero nada, sacudo la cabeza restándole importancia, son sus últimos días allá, debe estar muy ocupado, abro un nuevo mensaje.

"3 días Brandon, nos vemos pronto..." envío y me apresuro a vestirme, traje de pantalón y blusa roja al igual que mis zapatos.

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—Entonces nos vemos la próxima semana, asegúrese de mandarme todos los correos –pido a mi nueva cliente y esta asiente, después de estrechar su mano salgo de su oficina y miro mi celular 2:56, sin respuesta, tomo mi bolso y me dirijo a una fonda abandona en la calle. Mientras como, respondo la carta de Rose y le escribo a mamá, cuando termino pago la cuenta y me apresuro a salir chocando con alguien, maldigo por el impacto y maldigo de nuevo porque se supone que no debo maldecir, escucho la risa del hombre con quien me he golpeado y lo miro, sus ojos se abren y sonríe, me parece familiar... me parece conocido... ¿Dónde lo he visto antes?

—¿Se encuentra bien licenciada Menster? –pregunta y asiento sin poder evitar observarlo atentamente, lo conocía, lo había visto ya, ¿pero dónde?, noto como sonríe de lado, como si mi curiosidad le pareciera divertido, esa sonrisa..... ¿Dónde la había visto antes?, mi jefe... Spencer... oficina... primo...

—¡Arié! –chillo y su sonrisa aumenta.

—Lo recordaste –dice y asiento, niego y tiendo mi mano hacia él.

—Lo siento, un placer verlo de nuevo –digo con diplomacia y sonríe.

—El placer es mío, ¿te diriges a la oficina? –Pregunta y asiento, —¿quieres compartir el taxi? –pregunta y niego.

—Me gusta caminar –digo y alza una ceja.

—¿Caminas hasta la oficina? –pregunta y sonrío.

—No esta tan lejos, son solo unas cuadras –aseguro y sonríe.

—Bueno, ahora tengo un poco de prisa, pero tal vez después lo intente –dice y asiento, estrecha mi mano de nuevo y sonríe aun más, —excelente tarde Eliza –dice y se gira caminando hasta el taxi, dejo salir el aire y continuo con mi camino hacia la oficina.

Cuando mi horario de trabajo termina me dirijo a casa y tomo una ducha larga, me recuesto en la cama pero no me duermo porque sé que él llamara.

O al menos eso espero.

Pero no lo hace.

Despierto y tomo el celular para llamarle y asegurarme de que estaba bien, pero la llamada es enviada al buzón, él jamás se perdió mis llamadas, un mal presentimiento comienza a abundarme y maldigo, durante mi camino hacia el trabajo intento llamarle de nuevo pero él no responde, y me preocupo aun más.

—Buenos días Eliza, hay un cliente esperando en tu oficina –informa Bullock con una sonrisa y sé que lo que significa, corro hacia está intentando contener mi emoción y cuando entro mi ceño se frunce.

—Abogada Menster –dice ella... o él, me paro derecha y finjo una sonrisa.

—¿Usted es? –pregunto mientras estrecho su mano.

—Erika... Erika Shine –dice y sé que es un él, —y necesito su ayuda –continúa y asiento sentándome y pidiendo que haga lo mismo, me habla acerca de lo que sucede y me sorprende al saber quién es... o fue... o quiere dejar de ser.

—Te das cuenta que para ello deberás aparecer en el juicio como... deberás aceptar esto –digo y asiente.

—Escucha, yo tenía miedo... pero confiaré en usted