6 Meses de redención.

14. penultimo

—¿Qué es esto? –los ojos de mamá brillan al entrar y una sonrisa se extiende en su rostro.

—Esto es Brandon mamá, ¿lo olvidaste? –bromeo.

—Ja, ja, ja, tan graciosa –bufa el hombre a mi lado y río.

—Ustedes.. ustedes están como...¿juntos? –pregunta y Brandon asiente a prisa, miro a mamá esperando por su reacción, buscando respuesta sobre el tema de Arié o algo, pero ella solo aplaude feliz.

—La abuela se pondrá feliz cuando...

—Woooaaaaa, alto allí vaquera –murmuro y levanto mis manos, —nadie puede saberlo aún –digo y ambos me miran confundidos, —al menos no por ahora, quizá en un mes...

—¿Un mes? –pregunta Brandon alarmado.

—Si, un mes, yo acabo de terminar mi relación con Arié, ¿sabes cuánto le va afectar si sabe que prácticamente terminé con él y unas semanas después estoy contigo? –pregunto y abre su boca para protestar, la cierra en silencio y cierra sus ojos pensando al respecto, se que no hay nada de que avergonzarme, uno jamás debe avergonzarse del amor, pero simplemente quería asegurarme de que él estaba bien, después habría tiempo de informar a la gente, brandon suspira y asiente.

—De acuerdo –acepta y sonrío.

—Solo tú y la señora Cooper podrán saberlo por ahora, después ya podremos darle la noticia a los otros –aseguro y ambos asienten de acuerdo.

—¿Qué haremos en el trabajo? –pregunta él.

—Bueno, supongo que cuando aceptemos el caso tendremos que vernos forzados a hablarnos –digo y sonríe.

—¿Así que aceptaremos? –cuestiona y asiento.

—A menos que aún quieras evitarme –digo y sonríe.

—Dímelo tú –murmura y muerdo mi labio.

—Estoy perdida ahora, ¿Qué pasó? –pregunta mamá y suspiro.

—¿Qué tal si hablamos de eso en la cena? –murmuro y me pongo de pie, —porque realmente estoy muriendo de hambre –admito y ambos asienten siguiéndome hasta la cocina.

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Brandon y yo entramos a la oficina de Martin para darle la noticia sobre el caso y dado que tengo trabajo por terminar antes del viaje salgo y los dejo solos.

Cuando salgo de la oficina por la noche camino hasta casa y saludo a Aurora que sonríe como si acabara de escuchar un chiste, entro a mi departamento y cierro la puerta con llave pues no saldré a ningún lado, me quito el saco y me dirijo hasta mi habitación.

—¿Cansada? –un grito se escapa de mi garganta y me giro a prisa, Brandon sale del baño con una sonrisa en su rostro.

—¿Cómo... -me detengo, por eso sonreía Aurora de esa manera, niego y suspiro, —Este es un lugar muy inseguro, mira que permitirle entrar a cualquier a mi departamento –digo y sonríe, se acerca hacia mí y besa mis labios.

—Puedo salirme ahora –asegura y suspiro, rodeo su cuello con mis brazos y niego.

—Me gusta tenerte aquí –aseguro con honestidad, se separa y saca un pequeño sobre amarillo entregándomelo, alzo una ceja y lo tomo, —¿se acabaron los blancos? –pregunto y sonríe.

—Este no es mío, es de Martin –dice y frunzo el ceño, suspiro y me dejo caer sobre la cama.

—Te ha sonreído de forma muy extraña esta mañana –murmuro mientras rompo el sobre.