"Lan Wangji es mi prometido, cualquier cosa que lo ofenda a él, me ofende a mí."
Esa frase retumbaba en su mente como un eco doloroso, un recordatorio constante de una realidad que parecía imposible de alcanzar. Cada palabra le atravesaba el corazón, dejando una herida abierta que se negaba a cicatrizar. La idea de un matrimonio, de una unión que él anhelaba, se sentía como un sueño hermoso y una cruel ilusión.
¿Matrimonio? No le había declarado su amor a Wei Wuxian, pero este lo tomaba ya como una propuesta de matrimonio. Fue incluso gracioso solo pensarlo, cuando solo había sido un incidente que metió en problemas a su amado.
Era cierto... A su lado Wei Wuxian solo sufriría las consecuencias, y el accidente de la montaña Baifeng lo había demostrado. Sabía que el camino que había elegido estaba marcado por el rechazo y la oscuridad.
No sabía cuánto tiempo había transcurrido desde que abandonó la montaña Baifeng. Al llegar a un pueblo cercano, un suspiro profundo escapó de sus labios, un intento vano por despejar su mente de la tormenta de emociones que lo asaltaban. Sin rumbo, sus pies lo guiaron hacia una posada, un refugio momentáneo donde esperó hallar un respiro de su dolor.
Al cruzar la puerta, fue recibido por el bullicio alegre de la gente, risas y conversaciones entrelazadas, el aroma de la comida flotando en el aire. Se sintió un extraño en medio de la calidez, así que optó por sentarse en un rincón apartado, donde el mundo exterior no pudiera alcanzarlo tan fácilmente.
Pasaron unos minutos antes de que una mujer se acercara a su mesa, ofreciendo los servicios del lugar. Su voz, suave y amable, y por un momento Lan Wangji sintió envidia de la tranquilidad de esa extraña.
—¿Qué deseas? —Preguntó.
Sumido en sus pensamientos, Lan Wangji respondió sin pensar: "Lo que sea". Su tono era distante y sin emoción, la mujer solo se sorprendió por su actitud, pero asintió y se marchó.
Poco después, regresó con una botella de vino y una copa, sirviendo el líquido oscuro con una sonrisa que intentaba ser reconfortante.
—Espero que esto te ayude a olvidar lo que sea que estés pasando. —Dijo, y mientras se alejaba.
Lan Wangji miró la copa, sintiendo el peso de su soledad en cada burbuja que se deslizaba hacia arriba. Quizás en el vino encontraría un breve alivio.
El vino, con su brillo tentador, prometía un breve alivio, una escapatoria de un dolor que parecía aferrarse a su ser como una sombra. Alzó la copa, su pulso acelerándose mientras consideraba probar aquel líquido dulce y cálido, sin saber las consecuencias que podrían seguir. No era un hombre que se le daba bien beber alcohol, la idea de perder el control lo aterraba, y recordaba momentos pasados en los que había actuado de forma imprudente, temiendo que hoy pudiera convertirse en uno de ellos.
Sin embargo, el consejo de la mujer resonaba en su mente, tentador y seductor. Tal vez ese vino podría ayudarlo a olvidar, aunque solo fuera por un instante, el dolor que parecía anidar en su pecho y que nunca se marchaba. Los últimos meses habían sido un torbellino de caos y pérdida: la destrucción de su secta, la muerte de su padre, el sufrimiento de ver el dolor de Wei Wuxian, y la desgarradora pérdida de un hijo que jamás conoció. Y parecía que el dolor se se iba haciendo más grande, ¿acaso pararía algún día? Ahora ni siquiera podía estar con la persona que amaba.
La elección del cultivo demoníaco le proporcionó la fuerza necesaria para seguir vivo, una chispa de poder en medio de su desesperación. Había tomado ese camino oscuro para sobrevivir y como una salida de los Túmulos Funerarios, un refugio en un mar de dolor y pérdidas. Usó esa energía para ganar la guerra, para proteger lo que le quedaba y los ideales de las demás sectas, pero en lugar de encontrar comprensión, solo recibió el juicio y la condena de aquellos a su alrededor. Cada mirada reprobatoria se sentía como un puñal, hiriendo su alma mientras luchaba consigo mismo.
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Lo hice por ti
Romance-¡Grandes noticias! ¡Lan Wangji ha muerto! Los rumores volaban como las hojas de los arboles en los vientos. -Lan Zhan, ¿por qué lo hiciste? ¿Por qué abandonaste el buen camino para caminar en un puente de una sola tabla? -.... -Lan Zhan, ¿lo hicist...