Eran las 16hs de día Domingo, el sol penetraba con fuerza por los vidrios del techo que daban a las reposeras al costado de la pileta.
Los dos se deboraban mutuamente con la mirada, Demián iba acercándose lentamente hasta acortar la distancia totalmente entre ellos, estaba a punto de volver a besarla con tantas ganas después de muchos meses.
Tal tensión se notaba entre ambos, sus corazones latían demasiado rápido, las piernas de Adela temblaban de una forma que le costaba poder mantenerse de pie.
Demián pensando en todas las veces anteriores que ella lo había rechazado, entonces decidió retractar a último momento quedándose con las ganas, solo dejó su teléfono móvil en la reposera de al lado y se tiró a la pileta en forma de clavado para ponerse a nadar.
Adela soltó todo el aire que había estado conteniendo en sus pulmones, se sintió una estúpida, se puso la bata y cuando estaba dispuesta a salir de la vista de Demián para ir a su habitación a cambiarse, él de manera inesperada le habla, lo cual a ella le llama la atención.
- Oye Adela ¿Por qué te vas a tan temprano? Ven a hacerme compañía en el agua. - Demián decidió al menos entablar conversación, después de todo, había muchas cosas que no sabía de ella y la quería conocer más a fondo de manera personal que no sea solo viéndola a lo lejos en la casa como había estado haciendo esos últimos meses.
- Yo no sé nadar. - Dijo ella de manera tajante, le costaba socializar, pero también sentía que tenía que hacer un esfuerzo, ese chico le gustaba demasiado y ya no quería seguir peleando ni que la ignore.
Se notaba que Demián estaba cambiando la actitud con ella, primero le permitió quedarse a vivir ahí en la mansión, luego la miraba de manera penetrante y ahora la había invitado a pasar un rato con él en el agua, Adela le sonrió de lado mientras que éste también la veía de la misma manera.
-No importa, prometo que no te voy a hundir ni nada de eso, quiero aprovechar a hablar contigo de algo. - Le decía él en tono tranquilo y despreocupado, lo cual hacía que ella se relaje un poco.
Entonces Adela al sentir vergüenza de volver a quitarse la bata, decidió dejársela puesta y se sentó en el borde de la pileta cerca de donde estaba él con los pies dentro del agua.
- ¿De qué quiéres hablar conmigo?.- Le pregunta ésta con intriga en la mirada.
Demián comienza a acercarse, sale de la pileta y se sienta a su lado viéndola a los ojos.
Ella comienza a inquietarse pero hace lo posible por controlarse y que no se note por fuera.
- Primero que nada debo disculparme contigo por todas las veces que te traté mal desde que llegaste a ésta casa. - Dice él sintiendo alivio con cada palabra. - Aunque tú no te quedaste atrás, eres bien corajuda, aparte de que te aguantaste todo sin ponerte a llorar. - Le dice señalándola con el dedo índice con una sonrisa coqueta.
- No te tienes que disculpar, conmigo, porque yo no lo pienso hacer, no me arrepiento de haberte dado todas esas cachetadas y sermones. - Le dice ella sonriendo, le gustaba estar en ese momento con él, de manera pacífica.
- No tenía por qué tratarte mal a tí, no me habías hecho nada malo, yo jamás te pediría que te disculpes, tú tenías toda la razón en todo lo que me decías, de eso es lo que quería hablarte, más que nada para agradecerte porque gracias a toda tu insistencia me hiciste entrar en razón.
Adela internamente sentía un remolino de emociones que se le estaba dificultando disimular, él nota que ella está algo nerviosa, entonces decide tranquilizarla en cierta forma.
- Ven Adela, te voy a enseñar lo básico para tratar de mantenerte a flote en el agua sin ahogarte, te prometo que no será difícil.
Entonces ella de manera insegura se saca la bata sin mirarlo para no ponerse aún peor de los nervios y se mete al agua bajando por las escaleras de material hasta llegar a él de pie, en cierta forma sus palabras le daban confianza, se entregó por completo, no tuvo miedo alguno.
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Beneficio
RomanceAdela fue contratada por la mamá de Demián para fingir ser la esposa de éste y figura maternas de sus nietas bebés. En los planes de ambos no estaba conocerse, mucho menos enamorarse. Los dos eran de carácter fuerte, son atraídos físicamente sin d...