No se cuando comenzó pero la conquista de la emperatriz fue rápida y completamente contundente, como una martillo hacia un clavo.
Apenas era un niño cuando vi el cielo rojo por el fuego y la ceniza de mi ciudad, mi gobernante el príncipe Vassago se nego a entregar la ciudad y eso ocaciono que la emperatriz la tomara por la fuerza.
Recuerdo vividamente con un gigante rojo como la sangre atravesó las puertas de la ciudad como si de papel se tratarán, pero eso solo fue el inicio ya que con la entrada del ejercito enemigo se desató una masacre.
Pero luego de eso mis recuerdos son borrosos como si el inevitable terror que sentí suprimirá por completo esos recuerdos de muerte, tan solo recuerdo de esos momentos el olor de la carne siendo quemada y el sonido de los gritos de los que alguna vez fueron mis amigos que resonaron junto con los de inumerables inocentes de la ciudad.
Lo único que fue claro en ese momento, fue solo el pensamiento de regresar a casa para ver a mi familia, pero solo pude ver una escena que aún me sigue en mis pesadillas hasta el dia de hoy.
Los cuerpos de mis hermanos junto con el cuerpo inerte de mi madre y de rodillas mi padre al borde de la muerte que intentaba dialogar con el caballero frente a el y de ahi solo recuerdo lo que pasó como si hubiera sido ayer, un dialogo que tubo un caballero de la emperatriz con mi padre.
-"Culpen a su gobernante, nuestra emperatriz les dio una oportunidad pero el se nego a rendirse asi que mueran con su gobernante"-
Pero mi padre con la poca fuerza que le quedaba respondió.
-"Que culpa tiene la gente que no sabe lo que pasa con la gente que tiene el poder"-
La respuesta de mi padre dejo por unos segundos en silencio al caballero, que respondió con una voz de resolución.
-"Su culpa es no tener el poder"-
Cuando dejo esas palabras corto la cabeza de mi padre y se la llevo como un grotesco trofeo que fue empalada en una de las cientos de estacas que se colocaron al rededor de las murallas de la ciudad.
Ese dia el ejercito de la emperatriz no tubo piedad con ningun inocente y los pocos que sobrevivieron como yo fueron reclutados a la fuerza al ejercito.
Pero el reclutamiento no mejoro nada, ya que solo eramos solo sacrificios que ayudarían temporalmente a la maquina de guerra imparable que era el ejercito de la emperatriz.
Durante ese tiempo pude ver a la emperatriz junto a ese gigante que derribo la puerta de mi ciudad, pero en ese momento actuando como un guardia para su gobernante.
-"Hijos míos he venido a salvarlos de esta guerra sin sentido y tomen esto como una promesa los salvaré a todos...."-
Despues de esas palabras desconecte mi cerebro solo escuchando de ella como intentaba salvarnos de la guerra que causo nuestro señor Lucifer y demas cosas sin imporancia, que solo hacia que mi ira hacia ella aumentara.
Pero en mi mente sus palabras me parecieron hipócritas y muy cínicas, resonador con un tono de burla hacia la que sobrevivimos a su asedio implacable, pero cuando intente decir mis ideas, alguien se me adelanto.
-"Mataste a mis hijos y a mi esposa, como nos salvas exactamente emperatriz"-
Palabras cargadas de odio y desdén, se escucharon por todo el campo, pero no duró mucho por que el gigante rojo se movió y sin mediar palabras mato al hombre que hablo con un martillo negro.
Pero esa escena me hizo recordar las palabras del caballero que mato a mi padre, -"Su culpa es no tener el poder"-
Pero dejé de lado esos pensamientos por que la emperatriz volvió a hablar como si no hubiera pasado nada.
-"Les agradezco que se hayan unido voluntariamente a mi ejército...."-
Hipócrita y malvada perra, fue el pensamiento que tenía sobre la emperatriz que con una sonrisa hablaba sobre las glorias que nos traerá estar en su ejército.
..........
No se como sobreviví a los 30 años campañas suicidas, pero lo que se es que la emperatriz no es digna de dirigir nada, todo ataque a las fortalezas se ha hecho por la fuerza bruta.
La maldita solo nos manda a morir en todos los ataques que hacemos, eso solo me hace sentir más enojado con ella ya que me hace recordar esas palabras que ahora solo son una tortura para mi.
-"Su culpa es no tener el poder"-
Las pesadillas son solo con esas palabras, ya que con ellas recuerdo la cabeza de mi padre empalada en las paredes de la muralla, recuerdo a mi madre junto a mis hermanos acostados en un charco de su propia sangre.
Pero entre toda ese caos el que tiene más la culpa es Aldrig, el es que hace que la confianza de la emperatriz crezca como una montaña, el es su piedra angular en toda esta cruzada.
-"Tenemos que matarlo"-
Fue una de las palabras que dijo en voz alta, pero su respuesta fueron susurros que lo llenaron de ira.
-"No ven que el es solo uno, podemos vencerlo no olviden el dicho de los humanos "la unión hace la fuerza""-
Después de esas palabras hubo silencio, un silencio casi sepulcral que fue roto por una mujer.
-"Alej se que lo has visto, visto como el despedaza a sus enemigos con su martillo de guerra"-
Cuando Alej estaba por dar una respuesta no pudo por que la mujer siguió hablando.
-"Yo estube presente y a su lado, cuando despedaza de manera sistematica a sus enemigos, algunas veces pienso que esta segado por ira....que solo lo veo como una bestia"-
Con un últimos suspiro de cansancio la mujer dio solo una última frace.
-"El es un berserk imparable y solo haras que te mate"-
Siendo esas sus últimas palabras salió de la habitación con una mirada seria en su rostro, dejando a los que se quedaron en silencio.
-"Ya escuchaste a Ifnar, tu plan es un mal plan"-
El que rompió el silencio fue un anciano que miró a Alej con un poco de pena en sus ojos, cosa que causó que la ira del nombrado se encendiera.
-"Son unos perros arrastrandoce por el barro, por las sobras de esa perra, ya verán que mi plan funcinara y se arrepentirán"-
Después de esas palabras el hombre salió de la habitación con una mirada furiosa plasmada en su rostro, dejando atras a los que podria llamar la unica familia que tiene.
Pero esa ira que tiene no se calmo hasta que estubo con un arma en sus manos, un garrote simple de acero que lo lleno de valentía para hacer lo que tenía que hacer.
Fin capitulo 7
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