No mires bajo tu cama

22

Abro los ojos del asombro que siento al ver lo que acabo de hacer, lo que yo no quería hacer.

Jack se encuentra tirado sobre el suelo, logró ver que sangre sale por su oreja, si mal no recuerdo eso indica que una persona ha muerto. Estoy paralizado, tengo miedo, ahora ¿Qué se supone que diré?, ¿Qué haré?

—¡No!

Escuchó una voz muy conocida, una voz que no quiero escuchar en estos momentos, la abuela, la abuela ha encontrado a Jack muerto.

Me dejó caer al suelo, lágrimas comienzan a salir de mis ojos, ahora sólo tengo que fingir que fue un accidente.

—¿Qué ha pasado mamá?... ¡No! ¿Qué ha pasado con Jack? —grita mamá fuertemente.

Me levantó del suelo, aunque... sólo quiero que todo termine, quisiera lanzarme yo también, pero no puedo hacerlo.

—¡Mamá, Jack a caído por el barandal! ¡Mamá!

Corro hasta sus brazos, ella me recibe con un cálido abrazó y empiezo a llorar en sus brazos.

Logró ver hacia la puerta de la cocina, donde Sam, Carlos y Flor tratan de dar un vistazo al suceso, papá no deja que salgan.

—Llamaré a su madre, no se como lo tomará —la abuela empieza a alejarse con las manos en la boca.

Me retiró de mamá y hecho un vistazo al cuerpo de Jack, su rostro refleja susto. Ahora un charco de sangre hace presencia alrededor de el, mamá impide que yo siga viendo, no puedo evitarlo.

Suspiró profundamente mientras veo a la abuela abrir la puerta.

—¡No! ¡Mi hijo! —veo a la madre de Jack gritar y dirigirse hacía acá.

***

Las horas han pasado, el cuerpo de Jack ya no se encuentra aquí, tan sólo una cinta blanca formando su cuerpo.

Mamá ha tratado de consolar a la madre de Jack, todos lo hemos hecho pero ella no lo acepta.

Ella no quería perder a su hijo de esa manera, no siendo asesinado por un niño poseído.

En estos momentos mamá se encuentra en la cocina siendo interrogada acerca de lo sucedido.

El policía dice que todos seremos interrogados, tengo miedo de hacer algo mal y que me descubra, que descubran que yo lo maté.

—¡Flor!

Flor voltea y me ve algo confundida, se pone de pie del sofá y luego de acerca a mi a darme un abrazo.

—Flor, Jack murió —le susurró llorando.

—No necesitas más preocupaciones, acabas de salir del centro.

Volteó a verla y todos los presentes nos ponemos de pie. Mamá sale de la cocina, un inmenso miedo recorre mi cuerpo.

—Ahora es el turno de Daniel —el policía comenta y yo lo miró asustado.

Me acerco a él sin despegar la mirada de mamá, ella sólo asiente, indicándome que todo esta y estará bien.

—¡Pasa!

Entró a la cocina y el policía cierra la puerta alejandome de mi familia, suspiró hondo y intento calmarme.

—Toma asiento Daniel.

Tomó asiento lo más alejado posible del policía, mientras lo observo fijamente.

—Te haré unas preguntas y tu tan sólo tienes que contestar con la verdad, ¿Listo?

Asiento levemente, mientras él saca una libreta de su chaqueta, respiró hondo y me dispongo a escuchar.

—¿Dónde te encontrabas cuando sucedió todo? —el policía me mira, parece que trata de intimidarme.

—Estaba en mi habitación, cambiándome de ropa para luego comer —le susurró nervioso.

Después de contestar tantas preguntas como al policía se le ocurrieron, me deja salir y tan sólo para toparme con la mamá de Jack llorando.

—¡Mi hijo! ¡Mi hijo!

Tomó la mano de la mamá de Jack, ella me mira fijamente hasta que me dispongo a hablar.

—Siento lo que está pasando señora.

La mamá de Jack entra a la cocina aún mirándome algo confundida.

Volteó a las escaleras y desde allí me observa Progenito, el ríe de mi. Trato de sentarme en el sillón, no logró sentarme tan sólo caigo al piso.

Carlos me ayuda rápidamente a levantarme, yo sólo trato de caminar a la puerta de salida, me siento mareado.

Ahí se encuentra Sam, ella le cuenta lo sucedido a Grace y Diego, quienes me observan brevemente.

—¡Daniel!, ¿Como estas? —pregunta Grace dándome un abrazo.

—Mal, muy mal, Jack murió en mi casa, no hay nada peor que eso —le digo asustado.

Nos alejamos un poco de Sam y empiezo a sentirme mejor, estar con Diego y Grace me tranquiliza.

—¡Me mataste!

Escucho que alguien dice, pero no veo a nadie, esto ha de ser obra de Progenito.

Volteó a la puerta de la casa y Jack sale caminando, voltea a verme y luego desaparece.

Tapó mis ojos y vuelvo a ver a la puerta, Jack ya no está ahí.

—Siento lo que paso —comenta Diego, tomando mi hombro.

Lo veo y algunas lágrimas salen de mis ojos, luego me siento en el suelo y empiezo a llorar.

—Esto me recuerda tanto a la muerte de Luis —susurró limpiando algunas lágrimas de mi rostro.

Grace se sienta junto a mi y me da un leve abrazo.

—Los dos eran tus grandes amigos, es normal que te sientas así —Grace me mira a los ojos.

***

Los oficiales se han ido, todas las personas de mi casa se han ido. La policía dice que fue un accidente, un estúpido accidente que terminó con la vida de un joven.

Mamá coloca una veladora en la cinta que está sobre el piso. Yo subo las escaleras rápidamente y entró a mi habitación.

Me lanzo sobre la cama y Progenito aparece apuntándome con su dedo.

—¡Te lo dije! ¡Tu último buen día!

Cierro los ojos y trato de dormir, ignorando todo lo que Progenito me dice.

Abro los ojos y volteó a verlo, el sigue y sigue hablando de mi final, dice que mi final está cerca.

—Quiero que todo terminé —le digo enojado.

Progenito se acerca a mi, coloca sus manos sobre mi pecho, logró ver que sus ojos se han puesto en blanco y yo siento un leve dolor en el pecho.

Siento que pierdo el conocimiento, antes de cerrar los ojos la puerta se abre y Progenito se esfuma.

—¡Daniel!

Escucho esa voz, creo que es de mamá, pero no puedo moverme, ¿Qué me pasa?

—¡Daniel!

Me levanto de un sólo movimiento, asustado por no poder moverme. Le doy un gran abrazo a mamá y ella me lo regresa.

—Sólo vengo a ver como estas, después de todo lo sucedido hoy.

—Bien mamá, bueno no tan bien, no puedo dormir, creo que no podré dormir.

—Lo que pasó es algo aterrador, juntos lo superaremos, ¡Juntos lo haremos!

Sonrió un poco. Veo a Progenito acercarse a mamá por detrás, le doy un fuerte abrazo a mamá para impedir lo que sea que Progenito planea.