Harry
Hay un sentimiento extraño en mi pecho que no puedo descifrar del todo. Una sensación que, a pesar de no entender, no me deja tranquilo.
—Has estado muy pensativo —la voz de mi madre me hace elevar la mirada. Coloco a un costado la computadora, sonrío levemente mientras me inclino hacia adelante.
—Creí que estabas durmiendo.
—No, he dormido lo suficiente —dice con una mueca —¿no deberías de estar trabajando?
—He pedido unos días —me encojo de hombros —mis alumnos seguro disfrutarán no tener a su profesor por un par de días.
Mamá sonríe.
—¿Cómo te sientes?
—Estoy bien, no tienes que preocuparte.
—Bueno, no dejaré de preocuparme hasta que estés en casa recuperada —sentencio.
Ella hace un ademán con la mano para restarle importancia.
—Estoy bien ahora, no me agrada que tengas que faltar al trabajo para cuidarme. Oliver seguro vendrá pronto.
—Sí, seguro.
—Harry... —suspiro ante el tono que mi madre emplea. —Por favor.
—No voy a discutir contigo mamá —aclaro —está bien.
—No, no está bien cuando apenas y toleras escuchar el nombre de tu hermano —reprende —han llevado esto demasiado lejos.
Me incorporo, no quiero hablar de esto con mi madre porque los antecedentes de nuestras conversaciones sobre el tema evidencian que siempre terminamos discutiendo. Y ahora no quiero hacerlo. No cuando ella está delicada, en una cama de hospital.
—Lo que menos quiero ahora es discutir, por favor, sabes a dónde nos conducirá esta conversación —mi madre suspira.
—Harry, sé que piensas que lo he defendido demasiado, pero...
—No solo lo pienso, es así —cierro los ojos por un segundo —lo has hecho siempre, y está bien. No voy a obligarte a hacer lo contrario. Pero por favor, no quiero hablar de esto ahora. No contigo en una cama de hospital.
—No puedes vivir con esto para siempre, Harry — susurra—. Tú crees que fue intencional...
—Lo fue, mamá. Que ustedes no quieran aceptarlo es algo muy distinto.
—Es tu hermano, Harry. No quiero que se conviertan en extraños.
—Eso es algo que no solo yo debo recordar —mascullo
La escucho suspirar, extiende la mano hacia mí y la tomo, me acerco hasta quedar al borde de la cama.
—Cuando yo no esté aquí espero que ambos recuerden que son hermanos, y que van a necesitarse.
Un sabor amargo se instala en mi boca.
—No digas eso, ma. Tu siempre vas a estar.
Sonríe.
—¿Podemos dejar de hablar de esto, por favor?
Ella parece hacer caso por fin a mis peticiones porque asiente.
—Solo lo dejo pasar porque hay algo más importante —dice con curiosidad. —Tu padre ha mencionado a esa chica...
—Oh, no —me incorporo de nuevo alejándome de la cama, lo que la hace reír.
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Cuando las estrellas colisionan.
RomanceUna astrologa que ha perdido a su hermano en un accidente de auto. Un astrónomo con una oportunidad excepcional para pertenecer al Observatorio Naval de los Estados Unidos... hasta que el lugar destinado a él... se lo otorgan a otra persona... su h...