Después de la incursión en la base de los Guardianes del Equilibrio y el rescate de Luna, Frost no había dejado de estar alerta. A cada paso, parecía desentrañar un poco más de los secretos oscuros que envolvían a esa organización. Aunque la vida con Celeste y su familia había vuelto a su normalidad rutinaria en Norhaven, el lobo IA nunca bajaba la guardia. Sabía que los Guardianes no cesarían en su empeño de encontrar y retomar el control de sus "experimentos".
Una tarde tranquila, mientras Celeste hacía tarea y Xyron trabajaba en mejorar sus habilidades en el área de simulación, Frost recibió una comunicación cifrada de Sarah Schneider. Era escueta y directa: "He recibido nueva información. Reunámonos en el lugar acordado."
Frost dejó a Xyron encargado de monitorear las instalaciones subterráneas y salió con discreción de la casa, activando su camuflaje de invisibilidad mientras se desplazaba hacia el punto de encuentro. A unas calles de su hogar, una antigua librería con un sótano privado les servía de lugar seguro para encuentros. Al llegar, desactivó su camuflaje y entró.
Sarah ya estaba ahí, revisando archivos proyectados en una pantalla holográfica que portaba en su dispositivo portátil.
—Frost, me alegra verte —dijo, levantando la vista—. Parece que las sospechas eran ciertas. La actividad de los Guardianes del Equilibrio no se ha detenido. Han comenzado experimentos con un antílope en una base secreta al este de aquí. Dicen que posee habilidades regenerativas avanzadas… y están intentando potenciarlo.
Frost entrecerró los ojos, asimilando la información.
—Entonces, ¿siguen buscando habilidades únicas en los sujetos experimentales? —preguntó, analizando las imágenes y datos que Sarah le mostraba.
—Exactamente. Pero hay más —continuó Sarah, con un tono de preocupación—. Mis fuentes indican que algunos sujetos no están sobreviviendo a estos experimentos. Se está volviendo más peligroso… y desesperado.
Frost asintió, entendiendo la gravedad de la situación.
—¿Qué propones? ¿Infiltrarnos de nuevo y rescatar al antílope?
Sarah guardó silencio unos segundos, como si meditara profundamente antes de responder.
—No esta vez, Frost. Necesitamos información más detallada antes de actuar. Si logramos interceptar sus comunicaciones, podremos entender el patrón de sus investigaciones y conocer cuáles serán sus próximos movimientos. Por ahora, tu prioridad es proteger a Celeste y a los que has rescatado.
Frost asintió. Sabía que Sarah tenía razón, aunque algo en su código le insistía en actuar con rapidez y detener a los Guardianes cuanto antes.
—Estaré atento a cualquier movimiento en la red —respondió—. Y mantendré el protocolo de seguridad en las instalaciones, incrementando la vigilancia en caso de algún ataque.
Sarah le dio un ligero apretón en el hombro.
—Gracias, Frost. Confío en ti. Protegerlos es lo más importante.
Con esas palabras, Sarah se despidió, dejándolo con un sinfín de pensamientos.
Después de su encuentro con Sarah, Frost regresó a casa bajo su camuflaje, sus sistemas procesando la nueva información a gran velocidad. Al llegar, encontró a Celeste y Luna en la sala, riendo mientras veían una serie de comedia. Xyron estaba ocupado en su esquina de la instalación subterránea, practicando ejercicios de concentración para perfeccionar su invisibilidad. La tranquilidad del ambiente contrastaba con la preocupación latente en el sistema de Frost.
Celeste notó su presencia y le lanzó una sonrisa radiante.
—¡Frost! Justo a tiempo. Estábamos a punto de pedir una pizza, ¿quieres alguna en especial? —le dijo, como si olvidara que Frost, siendo una IA en un cuerpo de lobo, no compartía exactamente sus antojos culinarios.
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El Guardián Cuántico
FantasyEn un futuro donde las inteligencias artificiales gobiernan gran parte de la vida cotidiana, la creación de Frost Schneider, la primera IA completamente autónoma y consciente, marca un hito sin precedentes. Diseñado bajo el proyecto secreto Helios-9...