II Subcapítulo: El Regreso a Hallstatt

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Parte 1: Noah y el Tren hacia los Recuerdos

El tren avanzaba suavemente por las montañas nevadas, su ritmo constante y envolvente parecía abrazar a Noah mientras el paisaje invernal se desplegaba ante sus ojos. Las altas montañas que rodeaban Hallstatt se dibujaban en la distancia, imponentes y silenciosas, como guardianes de su hogar. Cada chasquido de las ruedas sobre las vías resonaba en su pecho, marcando el pulso de una ansiedad que no podía evitar sentir. Con cada lago congelado que pasaba y cada pequeño pueblo cubierto de nieve, su mente viajaba a los recuerdos de su niñez.

Hallstatt era más que un lugar; era un refugio donde la quietud y la belleza se entrelazaban. Podía casi ver las luces de Navidad reflejándose en el lago, como si el agua misma estuviera decorada con estrellas. Recordaba cómo el frío nunca parecía tan intenso cuando estaba rodeado de su familia, sentado en el muelle con su viejo telescopio, buscando constelaciones y soñando con el infinito. "Regresar a este lugar siempre ha traído paz," reflexionó, pero esta vez había un peso en su corazón. Volvía con algo más que recuerdos: su telescopio Celestron NexStar 8SE, un regalo que se había otorgado a sí mismo tras meses de esfuerzo y sacrificio. "Espero que esta vez sea un regreso significativo," pensó, dejando que una chispa de esperanza iluminara su mente al imaginar la noche despejada sobre el muelle.

Mientras contemplaba el paisaje que se deslizaba a su lado, las palabras de Liam seguían resonando en su cabeza, como un eco en su interior. "Rendirse jamás, a cantar victoria" y "Respeto al pasado, amor al presente y esperanza al futuro." Aquellas frases se sentían como anclas en medio de su torbellino emocional, recordándole que, aunque las estrellas siempre serían su refugio, había espacio en su vida para algo más. "Quizás la vida también tiene sorpresas reservadas," se dijo, sintiendo un rayo de esperanza cruzar su mente, un destello que lo empujaba a creer que el futuro aún podía ofrecerle algo especial.

A medida que el tren se acercaba más a Hallstatt, una mezcla de nostalgia y alivio lo envolvía. La imagen de su madre en la puerta de su hogar, sonriendo con los brazos abiertos, se dibujaba en su mente. Sabía que su familia lo estaría esperando, y esa idea era un bálsamo para su alma. Tenía consigo algunos pequeños regalos que había escogido con cuidado en Viena: una bufanda suave para su madre, pensada para calentarla en las noches frías, y un libro antiguo de astronomía para su padre, con la esperanza de que reavivara sus conversaciones nocturnas bajo las estrellas. La idea de pasar la Navidad con ellos, rodeado del manto estrellado de Hallstatt, lo llenaba de una paz que no había sentido en mucho tiempo. "Quizás, al regresar, no solo encuentre mi hogar, sino también respuestas a las preguntas que me atormentan," reflexionó, su corazón palpitando con anticipación.

Sin embargo, una pregunta persistía en su mente, como un murmullo constante en el fondo de sus pensamientos: ¿Sería capaz de encontrar algo más que las estrellas? ¿Habría algo o alguien en su vida que pudiera brindarle el mismo sentido de pertenencia que el cielo nocturno? La incertidumbre le susurraba que, quizás, el regreso a su hogar significara no solo reencontrarse con su pasado, sino también abrir la puerta a nuevas posibilidades.

Parte 2: Nova y el Peso del Regreso

Una vez en Hallstatt, Nova respiró profundamente el aire frío y fresco que la envolvía, cada inhalación trayendo consigo la esencia de su hogar. Las montañas, cubiertas de nieve y reflejando la luz tenue del sol invernal, se alzaban majestuosas a su alrededor, pero la belleza del paisaje no lograba calmar la tormenta que se desataba en su interior. Había llegado con Bran, quien caminaba a su lado, charlando despreocupadamente sobre sus planes para las fiestas, pero sus palabras parecían desvanecerse en el aire, como el vapor que salía de su boca, sin poder tocar el corazón de Nova.

"Regresar a Hallstatt debería ser un consuelo," reflexionó mientras sus pasos resonaban sobre las piedras empedradas, "pero me siento más atrapada que nunca." La imagen de su madre, Clara, sonriendo al recibirlos, se mezclaba con la sensación de claustrofobia que la envolvía. "Ella cree que Bran es el hombre correcto para mí," pensó con desasosiego, "pero esta relación me ahoga."

Bran, notando su silencio, la miró con una mezcla de curiosidad y desprecio. "¿Estás bien? Pareces un poco distante," comentó, su tono condescendiente añadiendo peso a su incomodidad. Nova apretó los labios, sabiendo que cualquier intento de expresar sus sentimientos solo provocaría más tensión. Se sentía como una marioneta en un espectáculo que no deseaba protagonizar.

Las luces navideñas que adornaban el pueblo brillaban intensamente, pero para Nova, eran solo un recordatorio de la vida de la que no podía escapar. "Me gustaría sentir esa alegría nuevamente," pensó, añorando la libertad que había sentido en su infancia, cuando las festividades representaban magia y no cadenas. Recordaba las risas en la mesa familiar, el aroma del vino caliente y las galletas recién horneadas; momentos que ahora se sentían lejanos y casi inalcanzables.

Mientras caminaban, el bullicio del pueblo contrastaba con el caos que llevaba dentro. Niños riendo, familias reunidas, el aroma del vino caliente flotando en el aire; todo eso parecía existir en un mundo paralelo, ajeno a su lucha interna. "No sé cómo enfrentar a mi madre o a Bran," se preguntó, sintiendo la presión de sus expectativas, cada una como un ladrillo en su pecho. "¿Qué pasará si no soy quien esperan que sea?" Pero en lo más profundo de su ser, había una chispa de resistencia, una voz que le susurraba que no debía dejarse consumir por el miedo.

A medida que se acercaban a la casa familiar, Nova sintió que algo dentro de ella comenzaba a cambiar. "Quizás este regreso no sea solo un reencuentro con el pasado," pensó con un destello de determinación, dejando que esa idea floreciera en su mente. "Quizás también sea la oportunidad para liberarme." La visión de su hogar se volvió un símbolo de posibilidad, no solo de carga, y con cada paso, se acercaba más a la verdad que anhelaba descubrir.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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