Losing You [Chestappen]

XVIII

Aquella felicidad que les había inundado a ambos duró al menos unos meses, la salud de Max volvió a empeorar dejándolo nuevamente en el hospital, pero esta vez un poco más grave que la última, tenía la certeza de que ya no iba a salir de este lugar pero Sergio lo convenció de que tuviera los servicios médicos a domicilio, él se encargaría de cuidarlo o si prefería, contratar a un enfermero personal.

Durante el lapso antes de ser internado, Pato le dijo a Max que iba a mudarse con Oscar, querían formalizar un poco más la relación y preferían vivir juntos. Obtuvo como siempre el apoyo del mayor, no se negó ni puso alguna resistencia, estaba completamente de acuerdo en que su amigo fuera feliz.

El día de la mudanza, Sergio había llegado a visitarlo, se quedó sorprendido al darse cuenta de que Pato se iba de la casa dejando solo a Max, preguntó cuál era la razón y para nada se sorprendió al oírla, esto le hizo hacerse la idea de que podría mudarse ahora con él, ya no habría quien interrumpiera sus momentos a solas y así estaría más al pendiente de su salud.

Cuando le dijo lo que tenía en mente a Max, este se sorprendió, no tenía idea de que el menor quisiera vivir con él, en parte era un poco pronto, por parte le importaba nada lo que la gente llegase a pensar y así lo tendría a diario, pero un punto importante sobresalía en todo esto, sus padres. Max trató de hacerle ver a Sergio que una decisión así no la tomara tan a la ligera, vivía aún con sus padres y alguna razón o explicación tendría que darles, el menor se sentía con la debida responsabilidad para tomar una decisión así pero le prometió que hablaría con ellos respecto al tema.

...

Habían pasado al menos unos cuatro días después de esa conversación cuando Max tuvo de visita a los padres de Sergio, les hizo saber que no había sido idea suya el que su hijo se mudara con él pero ellos ya estaban al tanto de todo, no era necesario dar más explicaciones y ni siquiera se opusieron ante la propuesta, estaban más que agradecidos con Max por lo que ha hecho en el menor que aceptaron gustosos el que vivieran juntos.

Max estaba sorprendido, no sabía qué decir o cómo expresarse, de cierta forma también le daba bastante emoción vivir con Sergio, repetidas veces les dio las gracias y al mismo tiempo prometiéndoles que cuidaría bien de él, cosa que no era necesario decir.

...

La atención médica domiciliaria era un tema que ya no estaba a discusión, Sergio se encargó de todo para que Max tuviera lo necesario en la casa que ahora era de ambos, Pato le prometió que iría a revisarlo a diario para asegurarse de que no le faltara nada. Por alguna razón el rubio se sentía de cierta forma nostálgico en la casa, sabía bien lo que pasaría, debido a ello temía a cómo iba a tomarlo Sergio, no dejaba de pensar que Lance le había prometido no dejarlo solo pero creía que no iba a ser suficiente, solo pedía fortaleza para el pequeño para cuando él ya no estuviera.

—¿Creíste que estarías más cómodo en una habitación sin color y que tiene un olor a sustancias químicas?, no hay mejor sitio que tu propio hogar —decía el pecoso mientras le acomodaba la almohada.

—Estar en casa me hizo tener a un enfermero demasiado bondadoso, al mejor puedo presumir —sonreía.

—Pero no con el mejor carácter, a la primera que te niegues a comer voy a apretar tus mejillas hasta dejarlas irritadas.

Ambos rieron, las amenazas de Sergio a veces eran ciertas pero no del todo, quería cuidar bien del mayor para que tal como dijo Pato, no pudiera faltarle nada.

De echo, el estar juntos había sido una buena opción, ninguno se sentía solo y a Max le ayudaba bastante tener a su novio cerca suyo todo el tiempo, las únicas veces que no estaban juntos era cuando Sergio tenía que salir a hacer las compras del súper junto con la empleada que sus padres les enviaron para hacerse cargo del cuidado del hogar y la comida. Por las tardes Sergio le leía sus mejores libros al mayor y este lo disfrutaba demasiado, le encantaba ver al menor tan emocionado en cada párrafo porque cada uno de ellos le encantaba el cómo estaba tan bien redactado y escrito.