Junio.
Cumpleaños de Soarinng.
Aquino y Duxo ya se habían 'reconciliado' hasta ese entonces. ¿Y cómo no? El oji lila todavía podía recordar claramente cómo el castaño apenas se despegó de su lado por dos semanas, hablándole como loro hasta que por fin le hiciera caso, devolviéndole la palabra... Un tanto malhumorado, por supuesto.
A veces enserio pienso que es un pendejo.
Como sea, ahora mismo el oji lila se encontraba en el auto del castaño, sentado junto a éste mientras Lucía conducía en dirección a la casa de Soarinng, quien, por supuesto, los había invitado a ambos a su cumpleaños.
Hasta ahora, las dos únicas personas que habían confirmado no poder asistir fueron los universitarios (Locochon y C3jo), debido a que se encontraban en tiempo de exámenes. Aparte de ellos, se suponía que todo el grupo estaría ahí.
Duxo otra vez no sabía como sentirse al respecto.
De cierto modo, se estaba acostumbrando a pasar tiempo con el grupo de chicos, aunque estaba seguro de que nunca lo diría.
Al menos son buenos para hacerme reír.
Mientras pensaba aún en silencio, observó de reojo por un momento al castaño sentado a su lado.
Tenía que admitir que Aquino se veía bien con su ropa casual, su cabello mitad liso y mitad ondulado peinado cuidadosamente y su mascarilla negra con el mini Spider-Man perfectamente limpia y resaltando la belleza de la mitad superior de su rostro.
Belleza...
Aquino tiene mucha.
Apenas ese pensamiento cruzó por su mente, el azabache negó rápidamente con la cabeza como si hubiera estado hablando con alguien, y sintió su rostro caliente mientras se dedicaba a mirar nuevamente por la ventana.
¿Por qué mierda pienso estas cosas, men?
—Entonces... ¿Quién es ella? —La pregunta de Natalan fue audible para todos entre el ruido de la música.
Duxo miró con curiosidad a la desconocida, que lucía avergonzada mientras se escondía detrás de Lucasta, quién sólo reía ante las miradas y preguntas curiosas de sus amigos.