≩◇ Aᴘᴇɢᴏ Eᴠɪᴛᴀᴛɪᴠᴏ ◇≨ [Duxino]

•𝐶𝑎𝑟𝑖𝑛̃𝑜•

Ya dos meses desde que Aquino estaba en la escuela.

Ahora era semana de exámenes.

Como ya estaban en Julio y era la última semana de clases antes de las vacaciones, Duxo y Aquino estaban muriéndose (no literalmente) con los exámenes.

O bueno, sólo Duxo. Aquino, por supuesto, se la pasaba sacando las mejores notas del salón.

Ahora, aprovechando el recreo, ambos amigos se encontraban sentados descansando en su lugar de siempre. Duxo le estaba explicando al castaño sobre las vacaciones de Julio por Fiestas Patrias.

—Entonces, ¿No tendremos clases por dos semanas?

—Ajá.

—No podré verte... —Murmuró el oji miel, haciendo a Duxo mirarlo de reojo, notando en su voz y mirada un poco de... ¿Tristeza?

El azabache se sintió raro al pensar en Aquino estando triste.

Por alguna razón, no quería que el oji miel se sintiera así.

—Bueno, podrías ir a visitarme. —Bromeó el mayor, una risa un tantito nerviosa escapando de su boca mientras desviaba la mirada, esperando que Aquino hubiera captado el sarcasmo en su voz.

Supo que la había cagado diciendo eso y que el castaño no había captado en absoluto su sarcasmo en cuánto notó como Aquino volteaba a verlo de inmediato.

Duxo había aprendido algo durante el tiempo que llevaba conviviendo con el castaño: Ese gesto en específico significaba que Aquino se había interesado mucho en lo que había oído.

Puta madre, men.

—¿¡De verdad puedo ir a visitarte, Rethey!?

Ante aquella pregunta, el azabache no supo muy bien qué contestar.

Sus ideas se contradecían dentro de su cabeza mientras trataba de decidir si decir "si" o "no".

Lo pensó bien por un momento, entonces suspiró y dijo en voz baja:

—Sí, de verdad.

Ojalá después no me arrepienta de ésto.