CAPÍTULO DIECISIETE - JAKE

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Mis manos estaban sudorosas. Y ahora que lo pensaba, mi espalda también. Y mis axilas, y probablemente... Allí estaba. Estaba de pie en las afueras de las puertas del estadio Wrigley junto a Heeseung y un par de chicos del trabajo cuando divisé a Sunghoon abriéndose paso hacia nosotros a través de la multitud.

—No puedo creer que invitaras al piloto de la compañía. —murmuró Heeseung, no por primera vez.

—Él no trabaja para Lee—le recordé sin aliento —. Trabaja para Douglas Aviation.

—Es lo mismo.

Mi corazón daba un vuelco cada vez que Sunghoon estaba más cerca, pero cuando me vio y me dio esa sonrisa enorme y preciosa... bueno, digamos que estaba sudando en muchos más lugares después de eso.

—Hola —dije, dando un paso hacia adelante para saludarlo. Mis piernas iban a una velocidad diferente que mi cerebro así que más o menos tropecé justo en sus brazos por accidente. Él me abrazó con fuerza por un latido antes de alejarse y besarme.

Oh, Dios. Ohhhhh Diossss. Sus labios... Su sabor ahora tan familiar... Quería derretirme en él y besarlo por el resto de la noche.

—Ejem.

La voz de Hee me sorprendió fuera de mi mini sesión de besos. Mi rostro y cuello se calentaron hasta que todo mi cuerpo se transformó en una bola gigante de lo que mi hermana llamaría "hedor de hombre".

—Hola —le dije nuevamente a Sunghoon. En caso de que no me hubiese oído la primera vez o no se hubiese sentido lo suficientemente saludado con mi lengua dentro de su esófago —Hola. Um, creo que eso ya lo dije. Este es Heeseung Lee, y este es...

—Jo Asakura —dijo Jo con una sonrisa coqueta —. Y tú eres una delicia.

Estaba dividido entre el orgullo y los celos. —Sí, entonces ese es Jo, y esta es Hannah, Aslan, Kim y Chanseol y la hermana de Chanseol, Tara.

Había una mujer de pie entre Hannah y Heeseung a la que nunca había visto, así que agregué: —Lo siento, no sé tu nombre.

—Esta es Camille —dijo Heeseung, sin permitirle el chance a ella de dar una respuesta —. Ella viene conmigo.

Lo observé fijamente en shock adormecido. —Oh. Hola. Soy Jake, y este es Sunghoon. Es un placer, Camille.

Me giré para observar a Sunghoon y la preocupación en su rostro casi me hace vomitar. Apreté los dientes y me negué a sentirme molesto. Después de todo, yo también había traído a alguien.

Como si necesitara un recordatorio, Sunghoon rodeó mis hombros con el brazo y me jaló hacia su costado, presionando un beso en mi frente y susurrándome en la oreja. —Te extrañé.

Giré y enterré el rostro en su cuello, rodeándolo en otro abrazo porque yo lo necesitaba solo por algunos segundos. Y entonces, estaría bien. Él me sostuvo contra él mientras respondía a la pregunta que alguien había hecho sobre si era o no un fan de los Cubs. —¿Ron Santo estaba a salvo en tercera base? ¿Kerry Wood es capaz de lanzar una pelota de béisbol?

Cuando me alejé de él, no paró de discutir con Chanyeol y Tara acerca de los Cubs, pero él tomó mi mano y la sostuvo fuertemente. Hicimos el camino a través de la puerta hacia la suite privada. Había ido allí con la familia Lee en muchas ocasiones en el pasado, pero nunca pasaba de moda. Todavía me sentía como el niño más suertudo del mundo mientras pasaba por las puertas y el corredor directo hacia las suites privadas.

Recuerdo la primera vez que Heeseung y su padre nos habían invitado a papá y a mí a acompañarlos a un juego. Los Cubs habían aplastado a los Atlanta Braves. Había visto a Chipper Jones y Tom Glavine rellenar sus uniformes de béisbol como si las jodidas cosas no fueran otra cosa que pintura en aerosol. Cuando Glavine dobló la rodilla y estiró su pecho para lanzar la pelota... bueno, había sido el puro paraíso para un chico de diez años que no sabía por qué estaba más obsesionado con los jugadores de béisbol que con el juego mismo.

End up here | SungjakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora