Flashback
Salazar maldijo mientras su visión se volvía borrosa de repente. -¡Otra vez no!- Rabió mientras se levantaba del suelo. Había calculado mal la distancia de una zancadilla y había caído de bruces. En la caída, sus gafas habían salido volando de su cara. Probablemente también rotas. Frente a él, Godric dejó escapar un largo suspiro antes de bajar la varita.
-Sal, es la tercera vez que las pierdes-, se quejó levemente. Ya estaba bastante frustrado por las continuas interrupciones, así que sólo podía imaginar cómo se sentiría el propio Salazar. En cualquier caso, no iba a aprovecharse de la casi ceguera de su amigo en un simple duelo como aquel. Ambos se estaban acostumbrando a sus nuevas varitas y hechizos. Godric no quería herir accidentalmente a su amigo, ya que ambos no eran aún los mejores duelistas. Sabía que en un duelo real tendría que aprovechar todo lo que pudiera, pero esto era diferente. Se conocían, sabían cómo pensaban. Podrían ser más despiadados el uno con el otro una vez que supieran realmente lo que estaban haciendo, decidió Godric. No mientras aún se estuvieran tanteando, aprendiendo los caminos de su propia magia. -Deberías hacer algo con eso-, dijo con cuidado mientras observaba a Salazar sacudirse el polvo. -Incluso con los amuletos antimagia y algunos amuletos de adherencia, te las arreglas para perderlos o romperlos de algún modo cada vez que nos batimos en duelo-.
Salazar levantó la cabeza y miró a su amigo con el ceño fruncido. -¿Crees que no soy consciente de ello?-. replicó, con los ojos desenfocados y una mirada que se perdía justo por encima del hombro de Godric. El adolescente pelirrojo reprimió su diversión y decidió sabiamente no hacer comentarios al respecto. En lugar de eso, se acercó al lugar donde habían caído las delicadas gafas de su amigo.
Al recogerlas, Godric las limpió y las arregló en silencio antes de entregárselas a Salazar. -Oí decir a mi viejo tutor de magos que había una poción que podía arreglarte la vista-, dijo en un tono sorprendentemente delicado. -Quizá podamos preguntárselo al maestro Wolfhelm-. Se refería al mago que los había ayudado a construir sus varitas y los había tutelado durante un tiempo.
Salazar tomó sus anteojos con un gruñido, pero se los puso mientras exhalaba un suspiro de alivio cuando su visión se aclaró. Luego volvió los ojos hacia Godric, con un poco de fuego en sus profundidades. -¿Una poción dices?- Dijo con cuidado. -¿Podrías explicarme por qué has esperado hasta ahora para mencionar algo así?- Su tono era ligero, pero había fuego latente debajo. Salazar odiaba ser débil y su vista era sin duda una debilidad.
Godric se mantuvo firme, aunque sus ojos se desviaron hacia abajo, donde la varita de Salazar seguía floja en la mano del joven. -Ah, acabo de recordar que existe. Si me hubiera acordado antes, lo habría mencionado, Salazar. Te lo prometo-. Realmente decía la verdad.
Aunque miró a Godric por si lo engañaba, Salazar finalmente se relajó y desvió la mirada de su amigo. -Una poción. Sí, eso funcionaría-. Aunque no existiera ninguna, pensó que podría crear algo con suficiente experimentación. Aunque se encontraban con pocos magos, la mayoría de los magos con los que se habían cruzado realmente no conocían las pociones. Muchos operaban bajo la impresión de que era un trabajo de mujeres, un dominio de las mujeres sabias que operaban como curanderas en las aldeas mundanas. El propio Salazar también sabía muy poco del oficio. Eso no hacía más que avivar su curiosidad. Después de todo, ¿qué clase de cosas podían hacerse con pociones?.
Sabía que el maestro Wolfhelm tenía algún conocimiento del oficio, ya que había sido fundamental en la construcción de sus varitas. Además, el mago mayor ya le había dado algunas lecciones. Parecía razonable creer que el maestro Wolfhelm conocía la poción de la que hablaba Godric. -Sí, por supuesto. El maestro Wolfhelm debería tener los conocimientos que necesito-, dijo Salazar pensativo, pensando ya en lo que podría necesitar para dirigirse al hechicero.

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MOEBIUS PAST
Fiksi PenggemarEn matemáticas, una banda de Möbius es una superficie que se puede formar uniendo los extremos de una tira de papel mediante un medio giro. La banda de Möbius es una superficie no orientable, lo que significa que en su interior no se pueden distingu...