Wednesday no quería levantarse a la mañana siguiente. Había estado despierta toda la noche limpiando la sangre del suelo, las paredes y la ropa. Por algún milagro se las arregló para sacarlo todo, pero como resultado había dormido unas dos horas.
La despertó el zumbido de su teléfono. Wednesday jadeo, dándose la vuelta y hundiendo la cara en la almohada.
—Thing. Si no apagas esa maldita caja de corrientes eléctricas, la atravesaré con un cuchillo.— siseó furiosa. En lugar de hacer lo que le pidió, la mano arrojó el teléfono sobre la cama frente a ella. Cuando lo miró para ver quién la llamaba, el nombre 'Bianca Barclay' apareció en la pantalla. Sus cejas se levantaron y de repente se despertó por completo.
Wednesday estuvo a punto de ignorar la llamada, pero cuando tomó el teléfono y se sentó, se encontró cara a cara con la expresión de enojo de Enid.
—Contesta el maldito teléfono.— Gruñó el hombre lobo. Algo que Wednesday normalmente encontraría atractivo, excepto que nunca había visto a Enid tan molesta. Y nunca con ella. Wednesday supuso que se lo merecía. Después de todo, ella había matado a uno de sus "amigos" frente a ella y procedió a usar una parte de su cuerpo en un ritual que requería que Enid usara las almas de los demás para su propia regeneración. No era su mejor momento, Wednesday podía admitirlo.
Se involucró en un breve concurso de miradas con Enid, el impulso de ignorar la llamada se hizo mucho más fuerte tan pronto como Enid le dijo que la tomara, pero finalmente cedió y levantó el teléfono en el cuarto timbre.
—Será mejor que tengas una buena razón para llamarme, Barclay. La amenaza de venderte a un bar de sushi no está fuera de la mesa.
—¿Dónde está Xavier?— preguntó Bianca rápidamente, apresurándose a pronunciar las palabras y tartamudeando ligeramente.
Wednesday sintió que se le helaba la sangre. Podía mentir. No es como si no lo hubiera hecho durante las últimas semanas.
—No sé de qué me hablas.
Bianca guardó silencio durante un largo momento, antes de que una pizca de sospecha se abriera paso en la voz de la sirena.
—Me mandó un mensaje y me dijo que te iba a visitar ayer. Ahora no responde a ninguno de mis mensajes de texto. No sabrías nada de eso, ¿verdad, Wednesday?
Wednesday sintió la súbita necesidad de decir la verdad, hasta que se dio cuenta de lo que estaba pasando. Sus padres la habían entrenado bien en las técnicas de las sirenas y ella había formado una tolerancia contra el canto. Sin embargo, era una pequeña tolerancia, solo suficiente para ganar tiempo.
—¿Estás usando tu canción conmigo, Bianca?...
—Yo... —farfulló Bianca—. ¿Qué? No, yo no haría eso...
—Definitivamente lo estabas.— Wednesday siseó en el auricular. —No estoy de humor para tus juegos ni para tus tácticas de manipulación, Bianca. Si quieres respuestas directas, haz preguntas directas.
Bianca resopló. Wednesday prácticamente podía sentir la molestia que irradiaba la sirena.
—¿Te visitó Xavier anoche?
—Sí. Le cerré la puerta en la cara. No sé qué le pasó después de eso, ni me importa especialmente.— Wednesday respondió con tranquilidad, su voz se mantuvo segura durante toda la mentira.
—Está desaparecido.— A Bianca se le quebró la voz. Parecía que, de alguna manera, todavía albergaba algún tipo de sentimiento por el chico, aunque Wednesday nunca entendería su atractivo. Xavier había sido quejumbroso y entrometido, con un total desprecio por el respeto y la privacidad de los demás. La única evidencia que Wednesday necesitaba de ese hecho era el retrato de tamaño natural de ella tocando el violonchelo que él había dibujado después de que ella rechazara su invitación al Rav'N. Un bicho raro obsesivo, en su opinión. Nada más. Wednesday había pensado que ella y Bianca habían llegado a ese acuerdo mutuo después de su charla en el Rav'N, pero aparentemente estaba equivocada.
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The red means i love you
Hayran Kurgu"El rojo significa que te amo" Resumen: Wednesday se burló. -No querrás ver esto-. Su tono era frío. Esto no era negociable. Necesitaba que Thing se quedara y vigilara, necesitaba que él se asegurara de que nadie entrara o se llevara el libro. Tal v...