CAPÍTULO 2

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Nunca antes había tenido una sentencia de muerte, nadie cercano a mí la había tenido. Pensé que Axe hacía esto para mí, para defenderme, ¿pero porque pensé eso? Que mierda más estúpida, solo porque hace tres años asesinó a mis bulíes y el año pasado a mi ex novio, no significa que se trate sobre mí.

Cuantos complejos estúpidos, Emma.

Esta es la sentencia de muerte más estúpida que he tenido. Si hubiera evitado ducharme ¿a dónde hubiera ido? Tal vez me he salvado por el pellejo, de eso no tengo dudas y la policía también afirma que hice bien. Ahora soy una observadora de Axe, significa que estoy en la mira, puede matarme como puede dejarme viva por años siendo otra más de las que lo han visto en persona.

La señora Delemore de las próximas cinco casas a la izquierda, tuvo la misma advertencia de Axe hace veinte años atrás, ahora me ha tocado a mí. Empiezo a creer que está jugando con los vecindarios, turnándolos para luego elegir su próxima víctima. Tal vez disfruta que alguien sepa todo lo que va a hacer, disfruta difundir terror en algún posible cómplice.

¿Y qué pasaría si la próxima víctima no soy yo sino mis padres? Después de todo, Axe me dijo que me portara bien. Me ha estado observando desde algún lugar, durante un largo tiempo. Lo más extraño es que este año ha empezado a asesinar más temprano y de día, es diferente a otros años cuando solo lo hacía de noche y en la misma noche de brujas, ¿qué tiene de especial este año?

Johnny desliza su mano en mi espalda mirándome con atención. Agarra mi pierna y la sube a su cadera haciendo que lo envuelva, pero ahora mismo no tengo muchas ganas de discutir con él así que le dejo rodearme contra su cuerpo en el que me hago un ovillo porque parece mi cueva secreta en donde nadie me encontrará.

—No lo pienses tanto, esta noche me quedo a dormir, le diré a mis padres.

—Tienes el partido...

—Te llevo, gano, te traigo y nos dormimos aquí.

—Puedes ir a la fiesta del equipo, de todos modos, el mariscal de campo no puede faltar a un evento tan importante.

—Mariscal o no, primero estás tu. Eres mi mejor amiga desde que éramos fetos, nuestras madres nos hicieron al mismo tiempo...

Lo golpeo con desagrado y se ríe.

—...en cambio, empecé a jugar fútbol a los doce, tú eres primero, bebé.

Alzo la mirada inhalando su perfume, palpando su pecho con mi mano, sus pectorales, sus bíceps, acaricio todo sintiendo como él acaricia mi oreja, así como el tatuaje detrás de mi oreja. Johnny besa la araña tatuada dejándome escuchar su respiración pesada, dejándome sentir lo duro que esta.

Con doble intención, se aprieta contra mis muslos y se inclina hacia mis labios dejándome besarlo. Atrapo su labio inferior con mis dientes antes de abrir los labios y dejarlo besarme con fuerza, hundiendo su mano en mi cabello y tendiéndome derecha a la cama con él encima.

Pesa mucho, es enorme, es una enorme masa de músculos con el abdomen muy marcado y las manos muy grandes, me hace sentir minúscula y al mismo tiempo fuerte. Le acaricio la piel bajo su camiseta escuchándolo reír contra mis labios antes de que se arrodille entre mis piernas y se quite la camiseta.

Hago una mueca, sentándome e impidiendo que regrese a mi cuerpo. Quito los botones de mi top y él me ayuda a abrirla para luego bajarme las tiras del brasier. Sonrío acariciando su mejilla cuando me quita el brasier y se inclina a chuparme un pezón.

—Dios, Johnny... Se cuidadoso...

—¿Estas sensible? —roza la punta de su nariz contra mi pezón sin dejar de mirarme —. Seré cuidadoso, muy cuidadoso.

Kill me or kill me not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora