CAPÍTULO 10

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Me besa usando mucha suavidad, me ha curado los pies y me ha limpiado, pero seguimos aquí abajo. Dice que Justin va a matarlo por haber arruinado su colchón, me sentí un poco mal cuando lo dijo, pensé que se refería a que lo humedecí, pero en realidad fue porque por debajo está lleno de polvo.

Acaricia mi muslo y sigue viendo las fotos, apoyo mi mejilla en su hombro aun adormilada. Después de que me sentara en su cara, lo follé, lo hice muy rápido y se cabreó. Tuve que pagar las consecuencias, las cuales me dejaron dormida. No sé cuánto tiempo dormí, pero al despertar Johnny ya me había curado, limpiado y puesto ropa limpia. Estaba revisando sus cámaras, justo como ahora que me enseña sus fotos favoritas. Lo miro mal cuando me enseña una donde su polla está dentro de mí, empujando, es medio borrosa y todo se ve húmedo.

—Me gusta la otra —balbuceo acomodándome entre sus piernas, dejando caer mi cabeza en su pecho —. Esa no, tengo el ojo visco.

Se ríe besando mi cabeza y sigue pasando las imágenes.

—Johnny...

—¿Bebé?

—¿Ya vas a decirme? —lo miro por encima de mi hombro —. Por favor...

—¿Por favor? Te gusta pedir, ¿no? Bésame.

Lo hago, sonrojándome. Se ríe y me estruja antes de estirarse a tomar la máscara. La deja en mis manos subiéndome a uno de sus muslos para sentarme. Rodeo su hombro con mi brazo dejando mi mejilla contra la suya. Aun huele a perfume, se ponía ropa diferente, pero quiero saber cómo es que todo funcionaba si de un momento a otro aparecía por un lado y desaparecía del otro.

—¿Hace cuanto eres Axe? —pregunto llevando mi mano a su cabello, su cruz es igual a la mía, pero la mía es más grande y bonita.

—Hace tres años.

—Soy tu mejor amiga, ¿porque nunca me lo contaste?

—Estas cosas no se cuentan, Emma —me mira con atención —. Nunca pensé serlo, ellos simplemente me eligieron. No solo es uno, no solo soy yo, hay más. Somos muchos.

Permanezco en silencio, escuchándolo.

Johnny


Toda la vida pensé que Axe era una sola persona, pensé que funcionaba así, que pasaba de generación en generación, que era el hijo de un asesino y seguiría la secuencia. Pero nada de eso fue real. Nada lo es. Nadie lo sabe, no debería haberle dicho a Emma, pero si no le ponía esa cruz, iban a matarla, así que, si ya la quería para mí, solo necesitaba asegurarlo, volverla completamente mía y saber de qué está hecha.

Resulta que Emma Whannel es más perversa de lo que pensaba.

Fue fácil planearlo. Hace seis meses la vi desnudándose en su habitación. Estaba haciendo tareas de la escuela, mirando a su ventana, cuando encendió la luz y dejó solo las cortinas transparentes. Pensé que iba a salir a saludarme, mi luz estaba encendida, no me había escrito ni llamado, la echaba de menos y solo habían pasado unas horas desde que volvimos de la escuela, pero como cada miércoles, ella entrenaba más.

Llegó tarde a casa, dispuesta a desprenderse de sus prendas. Todo iba bien; se había quitado la camiseta, y sus pechos se ven más grandes desde el último año. Nunca han sido enormes ni pequeños, pero tienen un tamaño perfecto, más allá de la mitad; es como un globo lleno de agua: es suave, es delicioso. Aún podía recordarlos en mis manos.

No habíamos follado desde noviembre del año pasado, cuando su ex le puso los cuernos con su vecina. Vino llorando a pedirme consuelo. ¿Consuelo? Yo podía darle todos los consuelos y consejos que quisiera.

Kill me or kill me not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora