CAPÍTULO 6

913 94 8
                                    

30 de octubre

Durante toda mi vida, nunca llamé la atención de nadie, no era popular, no era interesante. Jamás pertenecí a un grupo de la escuela y tampoco participé en deportes grupales. Era simplemente la mejor amiga del famoso Johnny Hoggart, solo eso y ya y con eso era lo suficientemente feliz porque todo el mundo amaba a Johnny, pero Johnny solo me miraba a mí.

Me gustaba que fuera de ese modo, podía haber mil mujeres a su alrededor, pero si yo lo observaba, sus ojos caerían sobre mí en un instante. Él sabría que tendría que ir conmigo, y nunca, ni una sola vez hizo algo para apartarme, ni siquiera cuando tuvo su primera novia a los dieciséis, con quien rompió luego de que ella le pidiera conocer a sus padres.

Suspiro negando con la cabeza, camino lentamente al lado de Nina quien luce pálida por el miedo. Estamos dentro de las catacumbas, no todos los chicos han venido aquí, Nina, Oggy y Murray nunca han venido. Pero Johnny me traía, veníamos solos, jugábamos un juego divertido. Si me atrapaba, le debía algo y siempre ha sabido que elegir, y no es que me encantara huir.

Recorremos pisos rocosos, vibran un poco como si fueran a derrumbarse, y hay ecos. Hay ecos en todos lados. Se escucha como alguien más camina por encima de nosotros y eso se debe a que llevamos mucho tiempo caminando bajo el pueblo, aunque estas catacumbas no recorren todo el pueblo, solo hasta tocar la escuela, nuestra escuela.

Dejamos un banderín rojo clavado entre dos cráneos, hay toda una pared de ellos, apilada con cadáveres de monjes aun vestidos en medio, como si fuera glorioso tener tanta gente muerta alrededor de ellos. Aunque nadie se ha atrevido a investigar porque es que hay tantos cráneos debajo de este pueblo. Por un tiempo, la policía supuso que se debía a Axe, que era él quien escondía los cráneos de las personas, especialmente porque el primer viernes trece del año, los ataúdes del cementerio se abren y las cabezas desaparecen misteriosamente.

Llegamos a una habitación que tiene una escalera y cuatro puertas. Una puerta al inicio de la escalera, una puerta al lado de la escalera y dos puertas en la parte de arriba, una al medio y la otra a la derecha. Hay cruces maltratadas colgando en toda la pared del lado de la escalera, están volteadas, algunas tienen un cristo roto.

Murray alumbra con la linterna subiendo por delante junto a Paddy, por detrás de nosotras viene Johnny con Oggy y Justin. Dejamos otro banderín en la entrada derecha de la escalera, formamos todo un recorrido, hay que correr en círculos para escapar de Axe, así que básicamente vamos a marearlo. Tenemos que hacerlo lo más humano posible.

—Estoy cansada —Nina se detiene a ver a Oggy quien sonríe.

—Venga, cariño, súbete a mi espalda.

Johnny se pone a mi lado sujetando el mapa de las catacumbas en sus manos. Justin se ríe de no sé qué, pero Nina ya va encima de Oggy con la cabeza recostada en su hombro. Él hace una mueca, pero no comprendo nada hasta que volteo encontrando más escaleras subterráneas, ¿Quién haría esto y para que lo harían?

—Se supone que esta zona está prohibida, nadie ha ingresado aquí antes —Johnny hace una mueca señalando en el mapa —. No vamos a bajar, este es el último lugar, quita el banderín, hay que bloquear este pasillo.

—Podemos ir a explorar —sonríe Murray con las cejas alzadas.

—¿Y morir comidos por caníbales? —mofa Justin, negando con la cabeza —. Lo lamento, prefiero quedarme.

—Soy unos maricas.

—Al menos razonamos —Oggy gira los ojos.

—¿Qué de malo podría pasar? Nadie sobreviviría tanto tiempo sin agua o comida, además, somos muchos, no atacan a grupos, siempre atacan a uno solo. Es más probable que alguien muera sino nos movemos juntos.

Kill me or kill me not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora