Kim Jennie una mujer actualmente de 26 años. Actualmente vive sola acompañada de un perro, un pequeño Pomeranian marroncito llamado Kuma. Es veterinaria, desde pequeña fue uno de sus sueños poder ayudar a los animales, es amante de los animales así...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Choi Minjun.
Subí a Jennie como pude al auto. La senté sobre el asiento de copiloto para poder vigilarla mejor que ponerla en algún asiento de atrás. Le puse el cinturón mientras solamente decía bobadas y preguntaba cosas estúpidas.
--Minjun.. ¿Si me quieres?... --pregunto nuevamente mientras yo me ponía mi cinturón antes de manejar.
--¿Donde vives? Ni siquiera se donde está tu casa... --dije mientras bufaba y pasaba mi mano sobre mi rostro.
Volteé a verla al ver que no me respondía, a lo que vi como sus ojos comenzaban a caerse. Intentaba mantenerse despierta, pero el sueño le estaba ganando. Rodeé los ojos para comenzar a manejar sin más. Me tocaría llevarla a mi casa si o si.
--No se como se te ocurre embriagarte tanto de esta manera... --solté cosa que era obvio que no me respondió.
Al par de minutos llegué a mi casa, guarde mi auto en el garage y salí dispuesta a tener que tomar en brazos a Jennie. Estaba completamente dormida en el asiento.
Le saqué con cuidado el cinturón y comencé a tomarla entre mis manos cuidadosamente procurando no tocar nada inapropiado. Justo cuando la acerque un poco más a mi para terminar de tomarla en brazos, Jennie se despertó de golpe.
--Mm.. ya llegamos?... Sisi, mi casita... --aun seguía ebria, ni esa pequeña siesta de 10 minutos durante el camino le quitó aunque sea un poquito ese embriagamiento.
--Vamos, sal.. --hable tan solo tomándola alrededor de su cintura. Ya no haría falta tomarla en brazos si está despierta.
Salió como pudo entre risas, ya que casi se cae. Cerré el auto y entramos a mi casa.
--¿Y el gatito?.. gatita!.. --comenzo a llamarla como normalmente se llaman a los gatos, cosas que parecía un poco tonta si digo la verdad.
Quería reírme, pero no era momento para hacerlo.
--No está la gata. --respondí, a lo que volteó a verme levantándose del suelo donde se tiró en espera de que la gata apareciera.
--¿Donde está? Aah?! Es tu hija, donde dejaste a tu hija?-
--Jennie tranquilízate, está con Jimin.. mañana me la entregará... --respondí en lo que volvía a tomar de la cintura al ver que se tambaleaba un poco.
Quedamos bastante cerca, pero no podía soltarla ante la manera que caminaba. Jennie se volteó mirándome fijamente al rostro, cosas que yo evite mirarla.
--Vamos arriba, tienes que descansar. --dije llevándola conmigo mientras aún sentía su mirada en mi.
Acomodó sus brazos alrededor de mi cuello. Una mano la posicionó sobre mi mejilla e intento hacer que la mirará directamente a sus ojos, pero no quería hacerlo sabiendo lo cerca que estábamos. Jennie está ebria y ahora mismo no confío en que se quede quieta.