Kim Jennie una mujer actualmente de 26 años. Actualmente vive sola acompañada de un perro, un pequeño Pomeranian marroncito llamado Kuma. Es veterinaria, desde pequeña fue uno de sus sueños poder ayudar a los animales, es amante de los animales así...
Aparecí de nuevo, espero que os guste el capítulo de hoy..🫣
Es bastante largo..
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Choi Minjun.
[...]
Al rato nuestras madres comenzaron a recoger la mesa. Jennie y yo ofrecimos la ayuda como siempre, pero no quisieron, así que en lo que seguían hablando de sus cosas, yo subí a la planta de arriba.
Mi cuarto seguía como siempre. Está claro que a mí madre no le importo quitar mis cosas. Mi cuarto ya no era mi cuarto, no tenía mis cosas, no tenía su decoración que yo siempre le ponía, no tenía absolutamente nada. Solo cajas y más cosas, ahora solo es un cuarto para guardar chatarra.
No quise mirarlo mucho, así que solo subí a la azotea y es aquí donde estaba en estos momentos.
Era demasiado tarde, estaba todo oscuro, se sentía un airecito fresco, pero no hacía mucho frío. La luna se veía hermosa como siempre, las estrellas la rodeaban y se veían resplandecientes. Había una de ellas que sobresaltaba entre las demás.
Antes siempre solía pensar que aquella estrella que sobresaltaba más era alguien importante de tu vida que ya no estaba aquí, y cuando te fijabas en ella, es porque te estaba dando señales de que te cuidaba desde ahí arriba.
Así que ahora puedo decir que esa estrella que sobresalta entre las demás, es mi perro.
Lo extraño un poco, pero se que me cuida desde donde está. Al igual que yo lo cuidaba a el.
Justo en eso sentí la presencia de alguien detrás de mi. Su aroma se instaló en mis fosas nasales, decidí no voltearme, hasta que la vi acercarse y sentarse a un lado mío. No me volteé, solo me mantuve mirando las estrellas como siempre.
Jennie me miro por un par de segundos, y sin más también se volteo a mirar las estrellas junto a mi, haciéndome compañía en completo silencio. Pero ese silencio no duró mucho.
--Dime algún dato sobre las estrellas que sepas... --Me fijé en la luna y me mantuve pensativa en que responderle.
--Hay hasta 12 clases distintas de estrellas...
--¿12? --volteo a verme.
--Mjm.. los astrónomos las identificaron y nombraron cada una de ellas por letras.
--¿Cuáles? --pregunto con intriga, una media sonrisa apareció sobre mis labios.
--Me hace gracia que preguntes, porque sabes que me lo sé de memoria.
--Por eso pregunto, porque se que te lo sabes. Siempre supiste muchas cosas sobre el espacio, siempre te encantaron esas cosas, y más si son cosas sobre las estrellas...