Capítulo 11

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— Entonces... ¿Tienes algún otro libro para recomendarme? Ya leí... los de la última vez.

Elías asintió, aunque no miraba directamente a Elliot. Aún se sentía avergonzado por lo ocurrido hace solo escasos minutos.

— ¿Te interesa la historia? Tengo algunos tomos que hablan más a profundidad de los híbridos a lo largo de la historia o si prefieres cambiar tu enfoque, también están magos... brujas...

— Suena algo interesante, aunque... normalmente no es lo que suelo leer — dijo Elliot con una leve sonrisa —. Por cierto, ¿puedo preguntar algo?

— Está bien... ¿qué cosa es?

— ¿Cómo tienes tanta información? Es decir... esto es de tu familia ¿no? ¿Por qué al dueño de una farmacéutica le interesaría saber estas cosas? Sé que tienes habilidades y me imagino que habrá más gente en tu familia igual, pero... ¿por qué investigar tan a fondo?

Elías se tensó un poco y se fijó en que nadie estuviera cerca. Elliot tardó en darse cuenta de que su pregunta había sido imprudente... ¿Y si alguien los hubiera escuchado?

Elías se quedó en silencio por un momento, contemplando sus palabras con cuidado antes de responder. Finalmente, decidió confiar en Elliot, al menos lo suficiente para compartir un poco de su verdad. Sí, nada más que un poco.

— Es cierto que esta información ha estado en mi familia durante generaciones — comenzó, eligiendo sus palabras con cautela —. Pero no es solo por el hecho de poseer estas habilidades. Hay aspectos de nuestra historia, de nuestra herencia, que van más allá de eso.

Elliot asintió, captando la seriedad en la expresión de Elías. Estaba intrigado, pero también consciente de que había tocado un tema delicado.

— ¿Quieres decir que hay más en tu familia de lo que parece a simple vista? — preguntó con curiosidad genuina.

Elías asintió, su mirada fija en un punto distante mientras recopilaba sus pensamientos y continuaba tratando de percibir todo a su alrededor, atento a que nadie pudiera escucharlos.

— Mi familia tiene una larga historia alrededor de estos aspectos... "sobrenaturales" — explicó Elías —. Han sido generaciones que han dedicado el tiempo a estudiar y comprender los aspectos difíciles de comprender, incluyendo la magia y los seres sobrenaturales.

Elliot frunció el ceño, sabía que la respuesta de Elías estaba siendo demasiado vaga.

— Entonces... ¿estás diciendo que eres parte de alguna especie de linaje de conocedores de lo sobrenatural?

Elías asintió.

— No todos en mi familia están de acuerdo con esta perspectiva. Algunos prefieren mantener un perfil más bajo... Pero para mí, la búsqueda del conocimiento es algo fundamental.

Elías sintió algo de remordimiento. No estaba mintiendo del todo, pero no podía hablar de lo que llegaron a hacer algunas personas de su familia para obtener ese "conocimiento".

Elliot sonrió y lo miró con admiración. Nunca habría imaginado que detrás de la fachada de un joven nacido en una cuna de oro se ocultara algo tan fascinante.

— Es... increíble — musitó Elliot, luchando por encontrar las palabras adecuadas —. Eres asombroso, Elías...

Elías sonrió ante el halago de Elliot, pero una sombra de tristeza cruzó brevemente sus ojos antes de que pudiera ocultarla.

— Gracias, Elliot. No es algo de lo que suela hablar con facilidad — confesó Elías, su tono un poco más bajo, como si estuviera revelando un secreto íntimo —. Pero me alegra que estés interesado.

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