Elías no podía permitirse distracciones. A pesar del momento que acababa de compartir con Camille y el recuerdo de su madre, tenía responsabilidades urgentes que atender. Ese día tenía una reunión con el equipo encargado de buscar a una bruja de sangre.
— Lo siento ratoncita pero debo ocuparme de ciertos asuntos... quédate aquí con Botitas y repasa tus lecciones —. se levantó con determinación y salió de la sala de estar. La melodía aún resonaba en su mente mientras se preparaba para la reunión.
"Las sombras y yo somos uno mismo...", pensó, utilizando su magia para recuperar el tiempo perdido mientras se dirigía hacia las instalaciones de Clarté.
En su mente se sentía un caos. Elliot y su madre, su madre y Elliot, los ojos llorosos de Camille, todo se repetía en bucle. Recordar la canción que su madre solía cantar lo hacía sentir una profunda tristeza. Su madre, atrapada en una vida infeliz en la mansión Ainsworth, soportando el dolor en silencio. Elías sabía que debía hacer todo lo posible para mejorar la vida de Camille y no permitir que ella pasara por lo mismo.
Al entrar en la sala de reuniones se encontró con los rostros de varios de los integrantes más jóvenes de Clarté, personas que no habrían sido influenciadas por las retorcidas ideas de su padre. Logró divisar varias libretas con notas y se sentó en la cabecera de la mesa.
— Buenas tardes, señores, lamento la demora. ¿Ha habido avances con la búsqueda? —preguntó.
— Hemos estado investigando a esta mujer llamada Lina... —respondió uno de los jóvenes, acercando una carpeta a Elías.
— ¿Mmm? ¿Apellidos o antecedentes familiares? — Elías revisó los papeles encontrando fotos de una mujer alta y de cabello largo rizado, y encontrando un retrato de esta misma con ojos negros y el cabello... ¿Rosa pastel?
— Ese es el problema, parece haber tenido diversos avistamientos y mucha gente habla de una joven con la capacidad de curar heridas... Ni siquiera estamos seguros de que Lina sea un nombre, sino, más bien un apodo.
— Hmm, interesante. Necesitaremos más información sobre esta Lina... ¿Hay alguna pista más sólida sobre su paradero o sus actividades? —preguntó Elías, frunciendo el ceño mientras hojeaba los documentos.
— Algunos testigos la han visto en pequeños pueblos... Cerca de las afueras, parece que a veces ayuda a algunas personas que no tienen acceso a un médico... Sin embargo, por obvias razones los grupos conservadores... Parecen haber empezado a perseguirla.
— ¿Así que su mejor candidata es una mujer... tan misteriosa y difícil de localizar? — Elías sonrió con incredulidad.
— Es que... Como sabrá, personas con este tipo de habilidades no se encuentran fácilmente. Esta es la mejor pista de momento... Lamento los escasos resultados, señor.
— Comprendo... Sigamos buscando información sobre Lina. Pero también busquen otras posibles candidatas. No quiero descartar ninguna opción. —Elías indicó, manteniendo su tono serio pero firme. — Sé que es complicado llevar dos tareas a la vez, pero en este caso lo considero pertinente por la naturaleza del asunto.
— No se preocupe, señor. Nos encargaremos de esto.
Luego de unos minutos, escuchando a aquellos jóvenes creando hipótesis sobre el paradero de aquella mujer llamada "Lina", Elías decidió retirarse. Elliot había vuelto a invadir sus pensamientos, y, en ese estado, no creía seguir siendo de ayuda para generar ideas e hipótesis sobre el paradero de una bruja de sangre. Necesitaba tomar aire, ¿o quizás ver a Elliot? Sin darse cuenta, terminó chocando con Aida por el pasillo.
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Rébeiller Prólogue
Ficção AdolescenteEn la Valencia de 1919, una ciudad que aún se tambalea por las secuelas de la Gran Guerra, dos jóvenes de dieciocho años, Elías y Elliot, se encuentran en una encrucijada entre el mundo mágico, sobrenatural y humano. Elías, heredero de un oscuro li...