Capítulo 5

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Una semana después de su último encuentro en la biblioteca, Elías se encontraba sentado en una sala de reuniones en las instalaciones de Clarté, rodeado de los antiguos colegas y subordinados de su padre, quienes lo miraban con desconfianza y desprecio. Las miradas condescendientes y los comentarios sarcásticos flotaban en el aire mientras Elías intentaba mantener la compostura y concentrarse en el tema a tratar.

Desde la última vez que se vieron, Elliot había sido una presencia constante en la biblioteca, visitándola casi a diario en busca de libros sobre anatomía, medicina y otros temas relacionados con la investigación acerca de los híbridos, que si bien, sabía que no le darían una solución a sus problemas, había comenzado a sentir más curiosidad sobre aquellos temas. A pesar de sus diferencias, la conexión entre Elliot y Elías estaba presente, y el joven Ainsworth encontraba reconfortante la presencia de aquel chico rubio.

La reunión en Clarté estaba destinada a discutir los últimos avances en la investigación sobre la raíz genética de los poderes sobrenaturales en algunas personas, pero Elías pronto se dio cuenta de que los mayores estaban más interesados en menospreciarlo y desacreditarlo, que en escuchar sus ideas y sugerencias.

—¿Y qué opina el joven señor Ainsworth sobre este asunto? —preguntó uno de los antiguos colegas de su padre, con una sonrisa burlona en el rostro.

Elías apretó los puños bajo la mesa, consciente de que estaba siendo objeto burla por parte de aquellos que consideraban que no estaba a la altura del legado de su padre. Todos estaban atentos al más mínimo error que pudiera cometer.

—Creo que es importante tener en cuenta que, según nuestros estudios más recientes, las brujas de sangre son absolutamente necesarias para este tipo de investigación —respondió Elías con una evidente seguridad en su voz—. Con los métodos convencionales, es extremadamente complicado analizar la sangre de una persona con poderes sobrenaturales, y las brujas de sangre representan una herramienta invaluable en este sentido. Sería prudente entablar comunicación con la líder de un "aquelarre", con el objetivo de establecer una alianza. Sin embargo, prefiero la idea de explorar la posibilidad de incorporar a una bruja de sangre no afiliada a ningún aquelarre a uno de nuestros equipos de investigación, soy consciente de que podría ser más complicado debido a la escasez de tales individuos, aunque sigue siendo una opción viable.

Sus palabras fueron recibidas con murmullos de sorpresa y asombro por parte de algunos de sus colegas, que no parecían haber considerado este aspecto crucial de la investigación. Sin embargo, otros simplemente fruncieron el ceño y sacudieron la cabeza con desaprobación, negándose a aceptar la idea de que Elías pudiera tener razón.

—Oh, pero ¿no es tierno que el jovencito Ainsworth piense que tiene algo que aportar? —comentó otro colega con una sonrisa burlona.

Elías sintió una oleada de frustración y enojo recorrerlo mientras luchaba por contener su indignación. Sabía que tenía mucho que ofrecer a Clarté y a la comunidad de brujos y brujas en general, pero parecía que sus colegas mayores estaban decididos a subestimarlo en cada paso del camino.

Fue entonces cuando un  joven, con los mismos ojos azul oscuro y cabello negro como el de Elías, tomó la palabra. Era Joan Ainsworth, su primo. 

—Elías, entiendo tu punto... ¿Pero no sería peligroso? Es decir, si formáramos una alianza con un aquelarre, nos veríamos obligados a revelar algunos de nuestros proyectos, y hay varios en los que necesitamos mejorar nuestros análisis de sangre. Sé que es demasiado complicado; la sangre de alguien con habilidades sobrenaturales debe aislarse para poder analizarla con detenimiento, después de todo. Pero no creo que sea adecuado que demasiada gente externa se involucre.

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