Darien

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Después de contarles toda una historia falsa a las chicas, decidieron que lo mejor era ir con Darien de inmediato para ponerlo al tanto de lo que estaba pasando.

Rei tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para no molerlo a golpes cuando lo vio abrir la puerta de su departamento.

— ¿Qué hacen ustedes aquí? — preguntó él al ver a las cuatro chicas en la entrada.

— Darien, tenemos que hablar — dijo Lita.

Él las miró, y no muy convencido, las dejó entrar.

— ¿Qué es lo que sucede? — preguntó cerrando la puerta tras de ellas.

— Es sobre Usagi.

— Ya les fue con el cuento de nuestra pelea.

— ¿Pelearon? — preguntó Mina confundida.

Rei casi se ríe cuando vio la cara de pánico de Darien al meter la pata.
“Si idiota” pensó la pelinegra “explícales, cómo tenías a una zorra metida entre las piernas y luego golpeaste a nuestra princesa”

— ¿No se los contó? — Darien devolvió la pregunta.

— No hemos hablado con ella.

— Bueno, no fue tan importante — les explicó tratando de aminorar su cobardía — Vino a visitarme, pero luego se alteró sin razón y terminó marchándose molesta — los rostros de las chicas seguían reflejando inquietud — ¿Qué pasa?

— Rei… — mina la invitó a que hablara.

— Cuando llegué de mi viaje — comenzó a contar la joven como lo había acordado con Seiya y las demás — Lo primero que quise hacer fue ir a visitar a Usagi, pero cuando llegué a su casa… — hizo una pausa para mantener el suspenso, deleitándose internamente con la atención de todos — Encontré saliendo a Seiya.

— ¡¿Qué?! — preguntó Darien estallando en furia.

Rei tuvo que contener una carcajada y morderse el interior de una mejilla para no gritarle “¡En tu cara, imbécil!”

— ¡¿Qué hacia ese idiota en su casa?! ¡¿Cuándo regresó?!

— Eso es lo grabe — dijo Lita algo asustada por la reacción de Darien.

— Según sabemos… — continúo Mina.

— Fue la propia Usagi quien le pidió que viniera… por ella — terminó Amy.
Darien no podía creerlo, pero Rei estaba disfrutando mucho más de lo que hubiera pensado. Era el momento adecuado para echar más leña al fuego.

— Eso fue lo que él me dijo — intervino acaparando de nuevo la atención de todos — Cuando cuestioné su estancia en la casa de Usagi; Dijo que había mantenido conversación con ella durante un largo tiempo y que cuando le pidió que viniera por ella, no dudo en hacerlo — la mandíbula de Darien estaba tan tensa, que Rei estaba segura de que en cualquier momento escucharían sus dientes tronar — Su intención es llevársela a su planeta. Solo por eso está aquí.

— ¡Eso tendrá que hacerlo sobre mi cadáver!— gritó Darien — ¿Qué fue lo que dijo Usagi?

— No lo sé — respondió Rei — Seiya no me permitió verla. Intenté llamarla, pero no contesta el celular.

De inmediato, Darien fue a la mesa y tomó su móvil para marcar el numeró de Usagi. Esperó en la línea hasta que después de los tres timbres, ingresó al buzón de voz. Sin poder controlar sus sentimientos, lanzó fuertemente el aparato contra la pared, haciéndolo pedazos al momento.

Las cuatros se miraron incomodas, mientras él hacia su rabieta.

— ¡¿Alguna ha intentado llamarle?! — preguntó girándose para mirarlas.

Las chicas tuvieron que admitir que no se les había ocurrido ponerse en contacto con ella, así que cada una intentó llamarla, pero a la única que respondió finalmente fue a Rei.
“¿Hola?”

— ¡Usagi! — Rei hizo una seña a los demás para que no hablaran — ¿Dónde estás?

Hubo un largo silencio en la línea.
“Rei… ¿qué es lo que quieres?”

— Saber en dónde estás. Tenemos que hablar…

Rei volvió a esperar, hasta que Usagi decidió responder.

“No será posible”

— ¿Por qué no?

“No creo volver a verte”

— ¿De qué hablas? ¿Por qué no?
De nuevo silencio.

— ¿Usagi?

Se escuchó una voz masculina en el fondo, que a ninguno le costó trabajo reconocer.

“Hora de irnos” dijo Seiya.

— ¡Usako! ¡¿Con quién estas?! — Darien le arrebató el móvil a Rei y gritó como si tuviera a Usagi frente a él — ¡No puedes hacerlo! ¡Juro que…!

La línea se cortó a media frase.

— ¡Maldición!

— ¿Qué hacemos? — preguntó Lita.

— Dijo que era hora de irse — le respondió Mina — ¿Crees qué…?

— Están en el parque número diez — anuncio Ami con la pequeña computadora en las manos — Localice el reloj de Usagi en ese lugar.

— ¿Cómo…? — preguntó Lita sorprendida.

— Tiene un rastreador — le explicó la peli azul.

— ¿Qué hacen en el parque?— pregunto Rei, fingiendo no saber la respuesta y guiando a sus “amigos” por el camino que debían seguir — ¿Acaso creen qué…?— quería que alguno contestara, pero tal parecía que las dos neuronas de ninguno logró hacer sinapsis, así que terminó diciéndolo — Según lo que nos dijo Hotaru hace algunos años. Ese es un punto cargado de energía. Por eso nos es muy fácil hacer la tele transportación de las sailors en ese lugar. Tal vez Seiya lo sabe y piensa abrir algún tipo de portal para viajar de regreso a su planeta.

El Conejo De La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora