Seguir mintiendo

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Darien y las chicas, hablaron con Michiru, Hotaru y Haruka al día siguiente sobre lo que había pasado.

Ni Rey o Michiru podía creer lo bien que Haruka actuaba. Quizá eran las pocas horas de sueño. Aunque prácticamente no había dormido pues tuvo que ir y venir de Francia en un viaje que duro 30 horas. O tal vez era su furia por lo que Darien había hecho con Usagi lo que había servido para alentar el odio en cada una de sus palabras al escuchar el relato del príncipe Endimion.

Los sentimientos y palabras de Haruka eran tan bien actuados, que incluso ellas habrían podido creerle.

— Iremos por ella — aseguró Darien, luego de ver la furia en los ojos de Haruka.

— ¡No! — lo detuvo la rubia, mirándolo sin intentar ocultar su desprecio.

Rey estaba segura de que, si la mirada de Haruka matara, Darien ya estaría mil veces muerto.

— Nosotros iremos por ella — comentó Michiru con mucho más autocontrol y sutileza que su compañera.

— Pero... — Mina quiso intervenir, pero la mirada de Haruka la dejó helada.

— Nosotros somas las guardianas del sistema solar exterior — le dijo Michiru con condescendencia — Y como tales. Somos las encargadas de mediar los conflictos con los otros sistemas solares.

— Soy le príncipe de la tierra, y...

— Y cómo príncipe de la tierra — lo detuvo Haruka plantándose delante de él — Es mejor que se mantenga alejado de los conflictos que tiene el imperio lunar con los reinos vecinos, alteza.

Los dos se enfrascaron en un duelo de miradas que no tendría un ganador.

— La princesa aun no es la reina de este planeta. Y por eso no podemos dejar que intervenga. No hasta que no se hayan unido en matrimonio — explicó Michiru mediando aquel silencioso duelo.

"Y no dejaremos que eso suceda nunca" pensó Rei mientras escuchaba la conversación.

— ¡Pero nosotros somos las guardianas de la princesa!— le dijo Lita a Michiru — ¡Nosotros...!

— Ustedes esperaran— ordenó Michiru con voz mucho más autoritaria y fuerte de lo que pretendía — Primero tenemos que saber exactamente dónde está su planeta. Después tendremos que averiguar cómo llevaremos las negociaciones con ellos. Eso suponiendo que siquiera nos dejen entrar a su sistema solar. No queremos alentar una posible guerra.

— Pero...

— No es una misión de rescate — intervino Rei ante la negativa de Mina — Ella quiso marcharse. Aunque nos pese, esa es la verdad — luego miró a Lita que estaba a punto de hablar — Lo primero es intentar negociar. No podemos ser hostiles desde el comienzo. Seiya no la secuestró. No se la llevó contra su voluntad. Ella quiso marcharse. — concluyó mirando a Darien.

— ¿Tienes algo que decirme, Rei?— preguntó él sintiéndose atacado — ¿Crees que es mi culpa?

Rei no respondió, pero tampoco le quitó la mirada de encima.

— Te recuerdo... les recuerdo a todas, que ese bastardo intentó conquistarla desde que la conoció. Y que, en mi ausencia, ella le dio entrada y alentó sus insinuaciones. Yo no he hecho otra cosa más que amarla y pensar en nuestro futuro. Siempre he sido fiel a lo que tenemos. El culpable no soy yo, sailor mars.

Reí iba a rebatir, pero Michiru, anticipándose y dándose cuenta que la guardiana de marte no podría contenerse más dijo:

— Lo primero es encontrarlos. Amy, necesitaremos tu ayuda para eso — la mencionada asintió en silencio.

— Y una vez que tengamos la localización, iremos y hablaremos con ella. Trataremos de convencerla para que regrese — fueron las últimas palabras de Haruka que nunca aparto la mirada de Darien.

— ¿Y si Usagi no quiere regresar? — Ami fue quien lanzó la pregunta, dejando a todos en silencio por algunos minutos.

— Nos preocuparemos por eso cuando suceda — dijo Hotaru, siendo sus primeras y últimas palabras esa noche.

— ¿Rei? — preguntó Mina.

Rei miró a Amy, Lita y Mina intentando comprender, por qué de pronto buscaban su aprobación como si ella fuera la líder del grupo. Mina parecía no tener problema con delegarle esa responsabilidad.

Aun no lograba descubrir que era lo que había pasado con ellas durante el tiempo que estuvo lejos ¿Qué fue lo que cambio para que le dieran la espalda a Usagi? ¿En dónde habían quedado aquellas amigas que hubieran dado incluso sus vidas por protegerla?

Luego a Darien haciéndose las mismas preguntas. Decepción y furia eran lo único que le despertaba.

Todo esto era su culpa. Las lágrimas de Usagi eran por su culpa. No iba a permitir que la volviera a ver nunca. No lo merecía. Se sentía un poco culpable por la mentira, pero lo que le importaba, lo único que importaba, era el bien de Usagi.

Así que no sintió ningún remordimiento de seguir mintiendo.

— Estoy de acuerdo — dijo — Dejemos que se hagan cargo de esto las sailor del sistema solar exterior. 

El Conejo De La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora