Usagi comenzó a removerse sobre la cama inquieta y confundida. Despertó gritando y saltando de una pesadilla a otra. Sus dos amigas fueron hasta ella para calmarla. Y cuando lograron despertarla, Haruka se quedó de pie a los pies de la cama, mientras que Rei se sentó a su lado, y la acuno contra su pecho masajeando su espalda en un intento para tranquilizarla.
— Está bien. Está bien — repetía Rei — Solo fue una pesadilla, solo un pesadilla.
Usagi suspiró entrecortando con un sollozo, tomó la mano de Rei y entonces sucedió.
Ambas fueron atrapadas por una visión.
°°°
— ¿Rei? — la llamó Haruka al darse cuenta que estaba en trance.
Fueron apenas unos segundos para Haruka, pero para Rei y Usagi fue mucho más. Cuando el vínculo entre ellas se rompió, Usagi cayó sobre los brazos de Rei, inconsciente.
Rei se quedó con la respiración agitada y las manos temblando.— ¿Qué sucedió?
Haruka exigía respuestas que, Rei no tenía.
La visión no había sido muy clara, solo eran imágenes en cascada frente a ella, fragmentos de futuros infinitos construyéndose y destruyéndose al mismo tiempo y en medio de todo una sensación de peligro, dolor y muerte.
Tuvo que sacudirse un poco la cabeza para lograr tomar sentido a lo que pasaba a su alrededor.— ¿Qué fue lo que viste? — Haruka sabía que había tenido una visión. Había estado presente cuando a Michiru le pasaba lo mismo.
Los ojos, aun confundidos de Rei, se encontraron con los penetrantes y seguros ojos de Haruka. Se aferró a ellos para dejar la niebla de aquel extraño mundo que había visitado segundos atrás.
— No lo sé — acomodo de nuevo a la princesa en la cama y se apartó unos pasos — Pero… — miró a Usagi que se removió entre las cobijas — Usagi está en peligro.
— ¿Qué?
— ¿Rei? — la joven rubia la llamó tratando de levantarse de la cama. Había abierto los ojos de nuevo, y esta vez se veía un poco más consciente.
— Usagi, no te muevas. Estas un poco resfriada.
— Mi cabeza — se quejó la chica sentándose sobre la cama y tocándose la frente.
— Estuviste bajo la lluvia por un largo rato. — le explicó Haruka.
El semblante de Usagi se ensombreció al recordar lo que había pasado. No pudo evitar que las lágrimas corrieran nuevamente por sus mejillas. Al verla derrumbarse, Rei se sentó junto a ella y la abrazó tratando de consolarla, pero en cuanto lo hizo, Usagi se aferró a ella para derramar su llanto con angustia y desesperación.
Haruka y Rei no podía creerlo. Nunca la había visto sufrir de esa manera.
Estaban congeladas ante su dolor.
Luego de algunos minutos, cuando Usagi logró tranquilizarse, vino la ronda de preguntas por parte de sus amigas.
— ¿Por qué estabas en la calle? — fue lo primero que quiso saber Haruka.
— Quería desaparecer — susurró Usagi — En realidad… no importa.
— ¿No importa?— preguntó ahora Rei — Claro que importa. Ahora estas resfriada, y…
— Tienes un golpe en la mejilla — comentó Haruka con tono serio — ¿Qué fue lo que te pasó?
Usagi, bajó la mirada a sus manos que descansaban sobre sus piernas. Parecía avergonzada y destrozada. La alegría se había desvanecido de su ser, como el vapor de agua bajo el sol.
Rei, que seguía sentada a un lado de ella, se dio cuenta de los ligeros temblores en sus manos, así que la sujetó para tranquilizarla.
— Sabes que puedes confiar en nosotros.
Usagi levantó la mirada. Había miedo en sus pupilas. Un gran dolor los oscurecía, pero la confianza que le trasmitió su amiga, le dio la fuerza para contarles lo que había pasado.
— Fue… Darien — el nombre lo dijo tan bajo, casi con vergüenza, pero Haruka pudo escucharlo a la perfección.
— ¡¿Te golpeo?! — preguntó Haruka hirviendo de coraje.
Usagí asintió.
— ¡Lo matare!— la más alta caminó de un lado al otro de la pequeña habitación dándose algunos golpes sobre la palma de la mano — ¡Lo juro!
— ¡Cálmate! — le pido Rey que ya se había puesto de pie.
— ¡¿Qué me calme?! ¡Ve cómo le dejó la mejilla!
— Sí — respondió Rei — Y quiero saber, por qué lo hizo.
— ¡Lo hizo porque se ha estado comportando como un imbécil durante meses! ¡Te lo dije, ha cambiado!
— Haruka tiene razón — la voz débil de Usagi, llamó la atención de sus amigas — Darien ha cambiado. Yo… yo misma me negaba a quererlo, pero… — el nudo en su garganta se apretó fuertemente al recordar la escena que había presenciado esa tarde — Pero ahora lo sé.
— ¿Te golpeo intencionalmente? — Rei estaba tan furiosa como Haruka, pero trataba de no perder el control.
Usagi asintió de nuevo, avergonzada.
— ¡¿Por qué se atrevió?!
— Porque… lo encontré teniendo sexo con otra mujer.
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El Conejo De La Luna
أدب الهواةLuego de los sucesos con Sailor Galaxia, Serena y las chicas comienzan a vivir una vida normal y tranquila. Pero, en el corazón de Serena se dejo una semilla de amor que con el tiempo germino en silencio y ahora tiene la oportunidad de florecer. Lue...